La Guardia Civil de Villena ha abierto una investigación para aclarar un sorprendente hallazgo ocurrido en una casa del casco antiguo de Biar. Tras adquirir la vivienda en fechas recientes, el nuevo propietario contrató una reforma y el constructor encontró alrededor de 20.000 cartas que deberían haberse repartido en la ciudad de Alicante entre los años 2012 y 2013.

Se encontraban metidas en bolsas de plástico esparcidas por diferentes habitaciones del inmueble situado en la calle Mayor.

Del hecho se informó el mismo día a los responsables de Correos, que interpusieron una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Villena. Los agentes han abierto una investigación y los funcionarios de Correos ya han recogido las cartas. La mayoría proceden del periodo comprendido entre los años 2012 y 2013 y, al parecer, todas tenían su origen y destino en Alicante capital.

La investigación apunta a que la vivienda era propiedad de un antiguo cartero que dejó de trabajar para Correos en el año 2013.

Este caso recuerda al ocurrido en noviembre del año 2016 cuando la Policía Nacional detuvo en Alicante a un cartero de 56 años. Fue acusado de un delito de infidelidad en la custodia de documentos al llevar presuntamente tres años sin entregar el correo ordinario a sus destinatarios.

La operación se inició a raíz de una denuncia en la que se ponía de manifiesto que las cartas no llegaban a sus destinatarios en el barrio alicantino de San Gabriel ya que, al parecer, el encargado del reparto del correo estaba cometiendo una serie de irregularidades que entorpecían la habitual entrega de la correspondencia.

A través de una serie de pesquisas policiales, los agentes averiguaron que el cartero hacía un uso indebido de la motocicleta propiedad de la empresa. Diariamente hacía 50 kilómetros más de lo habitual. Una información con la que se pudo concretar más la investigación indagando en la rutina laboral del repartidor.

De este modo se puedo averiguar que el mensajero se desplazaba diariamente a una caseta abandonada en la localidad de Monforte del Cid, donde pasaba toda su jornada laboral y dejaba abandonada toda la correspondencia que debía repartir por los domicilios de la zona que tenía asignada en Alicante.

Finalmente fue detenido por un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos, interviniendo en el registro efectuado en Monforte del Cid, un total de 67 cartas y sobres, 228 avisos de llegadas de cartas y envíos postales, una gran cantidad de paquetes postales, diez cajas propiedad de la empresa y un casco de moto con el anagrama de Correos.

Del mismo modo se realizó otro registro en su domicilio, ubicado en Elche, donde los agentes intervinieron un paquete postal conteniendo unos pendientes de plata que estaban dirigidos a una mujer de Alicante, la cual manifestó a la Policía que los había comprado por internet en el mes de agosto, no habiendo recibido nunca el envío.