Elda ha vuelto a cantarle su pasodoble a San Antón con la banda Santa Cecilia y sus 200 años de historia. El caluroso y participativo Traslado de la imagen del patrón de los Moros y Cristianos desde la ermita ha culminado en el templo de Santa Ana poco antes de la una y media de la tarde.
Tras dos años sin poder realizar el festejo por la pandemia había tanta expectación como entusiasmo aunque nadie esperaba tanto calor. Miles de personas han entonado la alegre composición entre vítores, lágrimas y aplausos mientras grababan con sus teléfonos móviles las emocionantes "vueltecicas" al santo a su llegada a la replaceta.
Este año la Junta Central de Comparsas ha introducido un cambio. Por motivos de prevención para evitar contagios de covid-19 la interpretación del pasodoble "A San Antón" se ha realizado en el exterior, frente a la escalinata del templo, y no en el interior como venía siendo costumbre.
Para la organización el resultado ha sido satisfactorio y la participación multitudinaria. Pero ya se sabe que en el mundo de la fiesta hay opiniones tan diversas como colores lucen los trajes de Moros y Cristianos.
Pero todos unieron sus voces cuando los porteadores de la comparsa de Moros Marroquíes elevaron la talla al cielo y la música comenzó a sonar. Una vibrante escena multicolor que suponía el colofón a una mañana de sol, pólvora y alegres pasodobles para dar la bienvenida al patrón.
Desde la ermita, donde la estridente «campanica» no dejó de sonar ni un instante, hasta la engalanada iglesia las escuadras fueron pasando, una tras otra, frente al castillo de Embajadas a partir de las once de la mañana.
Pero la ciudad despertó de la Retreta de la madrugada anterior con el estruendo de la pólvora durante el Acompañamiento del Estandarte de San Antón. Era el primer acto de fuego de las fiestas de Moros y Cristianos de Elda y los arcabuceros lo esperaban con ganas. Sin embargo el número de tiradores se sitúo en torno a los 300. Muchos menos de los esperados.
Primero rugieron los arcabuces del bando cristiano -Piratas, Contrabandistas, Cristianos, Zíngaros y Estudiantes- y a continuación sembraron de fuego y pólvora el itinerario desde la calle Colón hasta la ermita de San Antón las comparsas del bando moro: Huestes del Cadí, Moros Musulmanes, Moros Realistas y Moros Marroquíes. Siguiendo este orden fueron avanzando los arcabuceros, desde la Casa de Rosas hasta el ermita de San Antón, levantando a su paso una fumarola blanca que se apreciaba desde lo alto del monte Bolón. Eran las salvas por el patrón que ha regresado a la parroquia, de donde regresará a su ermita el próximo lunes para finalizar las fiestas.
