Un vasco, un castellano y un manchego se encuentran en Elda durante las fiestas de Moros y Cristianos... Podría ser el comienzo del típico chiste malo pero no lo es. Son tres voluntarios de Cruz Roja de las agrupaciones locales del Valle del Nervión en Vizcaya, de Valladolid y de la localidad albaceteña de Hellín que desde 2015, a excepción de los dos años de pandemia, se dan cita siempre en la capital del Medio Vinalopó para colaborar con los voluntarios de Cruz Roja Elda en los preventivos del dispositivo especial de Moros y Cristianos.

Todos ellos se inscribieron en la convocatoria de ámbito nacional restando de sus vacaciones de trabajo los cinco días que pasan en Elda ayudando a los demás de forma altruista. "El dispositivo de las fiestas de Elda es uno de los más importantes de toda España, comparable por ejemplo a una carrera de Fórmula 1", explica Gustavo López, vicepresidente de Cruz Roja Elda. De hecho, en este año se han destinado una veintena de socorristas, con cinco vehículos de transporte sanitario, y la mitad proceden de otras agrupaciones locales. La mayoría de la provincia y de municipios como Crevillent, Orihuela y Petrer. Pero también han prestado servicio voluntarios de Huelva, Canarias y Madrid.

"Para nosotros es muy importante su presencia porque muchos de nuestros voluntarios son festeros y, gracias al apoyo que ellos nos prestan, podemos participar en los actos sin dejar de cubrir ningún servicio", añadiendo Gustavo López recordando que, en agradecimiento a su labor, la Asamblea Local decidió distinguirlos durante la última gala anual celebrada por la ONG.

Lo cierto es que les encantan los Moros y Cristianos y la hospitalidad de los eldenses. Así lo indica Gonzalo Borao, técnico de Emergencias en Bilbao y voluntario de Cruz Roja del Valle del Nervión desde hace diez años. "Esto es impresionante para quienes no conocen esta celebración. Son unas fiestas mágicas, increíbles y crean adicción. Ver a todo el pueblo vestido con sus trajes de comparsa es impresionante. Por eso llevo viniendo desde 2015. Me he hecho grandes amigos y me he enamorado de los Moros y Cristianos de Elda. Tanto a mis compañeros Andrés Torres -de Hellín- y Eugenio Soria -de Valladolid- como a mí nos gusta ayudar y prevenir para que la celebración sea segura y, siempre que pueda, voy a seguir fiel a mi cita", comentaba en un receso entre la Embajada Cristiana y la Procesión de San Antón.

Gonzalo Borao con otro compañero camino de un preventivo en las fiestas de Elda. AXEL ALVAREZ

Pero además de la amistad, entre los socorristas llegados a Elda también puede surgir el amor. Es precisamente lo que le pasó al vallisoletano Eugenio Soria. "En los Moros y Cristianos encontré el amor de mi vida", comenta refiriéndose a María del Mar García, voluntaria de la agrupación local de Hellín. Ambos se conocieron realizando preventivos en la celebración de 2015 y surgió el flechazo. Hasta tal punto que se casaron hace cuatro años y hace dos tuvieron descendencia, una niña llamada Sofía. "Residimos en Valladolid pero, al igual que Gonzalo y Andrés siempre me reservo parte de mis días de vacaciones para venir a Elda", señala destacando los "lazos de amistad y solidaridad" que surgen entre los socorristas de toda España cuando se trata de ayudar a los demás.