El Ayuntamiento de Petrer ha instalado una placa en recuerdo del pequeño Aitor Esteban, que falleció a los 8 años de edad en octubre 2020 por una peritonitis y cuyo caso está en los tribunales de Justicia que tendrán que determinar si hubo negligencia médica, tal y como ha denunciado la familia.

En el acto celebrado al mediodía de este viernes, la abuela y tutora legal del pequeño, Marta Gonzálvez, ha agradecido la presencia de todos los asistentes señalando que “mi hijo -se considera su madre porque lo crío desde que era un bebé- seguro que desde dónde esté se sentirá orgulloso de lo que he logrado, porque no es para mí, es para él, porque se lo merecía porque luchó muchísimo para que el parque estuviera en condiciones”.

La alcaldesa y los concejales con la "madre" de Aitor Esteban tras el descubrimiento de la placa en su recuerdo. INFORMACIÓN

Precisamente la placa que ha instalado el Ayuntamiento en el jardín del barrio Hispanoamérica deja constancia de la “ilusión, implicación y esfuerzo por mejorar siempre su barrio” del pequeño Aitor cuya prematura muerte tuvo una gran repercusión mediática.

La alcaldesa, Irene Navarro, ha destacado la fortaleza de la abuela indicando que “las mujeres que somos madres podemos imaginar el dolor que ha sentido Marta con la pérdida de Aitor”, y ha dicho del pequeño que “él siempre abanderaba que había que cuidar las cosas para poder disfrutarlas y tener el barrio que todos queremos, y creo que con eso tenemos que quedarnos, con ese tesón que ponía”.

Fue en noviembre de 2020, unos días después de producirse el trágico fallecimiento del niño, cuando la familia emprendió acciones legales tras acudir cinco veces a urgencias médicas sin que ningún médico detectara la peritonitis que le condujo a la muerte.

El óbito del pequeño se produjo a primera hora de la mañana del miércoles 28 de octubre de 2020 tras desvanecerse cuando se encontraba en el aseo de su casa. Pero desde el sábado 24 de octubre presentaba un cuadro continuado de vómitos y se quejaba de un dolor de estómago tan agudo que le impedía acostarse boca arriba y le dificultaba, incluso, la respiración. Los diferentes médicos que lo atendieron únicamente le suministraron sueros, un analgésico para el dolor y un tratamiento para cortarle los vómitos. En ningún momento se le realizó una ecografía ni una analítica de sangre para tratar de averiguar el origen del dolor abdominal que no le dejaba ni dormir. Solo se le practicó un análisis de orina para descartar que pudiera estar sufriendo un ataque diabético. Así lo explicó su "madre" Marta Gonzálvez Alba que sigue adelante con la denuncia.

Procedimiento judicial

La titular del Juzgado Número 3 de Elda que investiga la muerte de Aitor, el niño de ocho años fallecido en la madrugada del 28 de octubre de 2020 con peritonitis tras acudir cinco veces a Urgencias de Atención Primaria en Petrer, aceptó en diciembre de 2021 que un pediatra digestivo realice un nuevo informe. Sin embargo el especialista designado por la jueza ha renunciado al caso, por lo que tendrá que nombrar a otro.

Cabe recordar, tal y como este diario adelantó, que el forense del Instituto de Medicina Legal de Alicante descartó que hubiera existido una mala praxis por parte de los médicos que atendieron al pequeño.

Precisamente, tras la petición que la familia interpuso como acusación particular a través de la abogada Raquel Sánchez Navarro, el juzgado descartó imputar inicialmente a los siete doctores que atendieron al niño hasta que no se pronunciara el forense, por lo que su informe se convertía en una pieza fundamental para la investigación.

No obstante, el especialista del Instituto de Medicina Legal admitió que, al tratarse de una apendicitis, era un tema muy complejo de analizar por lo que sugirió a la jueza de Elda que solicitara una segunda opinión a otro experto. Apuntó concretamente a un pediatra digestivo. La jueza lo admitió, pero el sistema de actuación de la Comunidad Valenciana para estos casos solo permite elegir una especialidad. O bien un nuevo informe pediátrico o bien digestivo. Una disyuntiva que llevó a la instructora a decantarse por un digestivo.

La acusación particular recurrió entonces la medida tras aportar el estudio de un perito digestivo privado, que aseguró que sí había existido una supuesta mala praxis. Finalmente la jueza aceptó que fuese un pediatra digestivo el que elaborase el nuevo informe pero la renuncia del primer facultativo designado volvió a retrasar el proceso.