Informáticos forenses del Observatorio Español de Delitos Informáticos, en colaboración con el Grupo de Atención a Mujeres y Menores (GAMME) de la Policía Local de Aspe, han examinado el vehículo de dos víctimas de violencia de género ante la sospecha de que sus excompañeros sentimentales, a quienes ya habían denunciado previamente, las estaban siguiendo de algún modo. Una de las mujeres estaba en estado de ansiedad y necesitaba tener la certeza de que no estaba siendo espiada y controlada en todo momento para sentirse más segura.

Tras denunciar los hechos ante la Policía Local de Aspe, los expertos de OEDI procedieron a analizar tanto sus teléfonos móviles como sus redes sociales, la información en la nube y también los coches de ambas ante las sospechas de las víctimas y también teniendo en cuenta otras variables surgidas.

El barrido de frecuencia para descubrir el geolocalizador. INFORMACIÓN

Los expertos procedieron entonces a realizar un análisis forense, mediante el uso de barridos por cuadrantes, con la finalidad detectar dispositivos de geolocalización. En uno de los coches emplearon concretamente un sistema para la detección de emisiones de frecuencia por cuadrantes. El resultado no ha trascendido porque la investigación sigue abierta pero este diario ha podido averiguar, por otras fuentes, que el resultado ha sido positivo en uno de los turismos inspeccionados si bien el informe pericial todavía está en fase de elaboración.

Difíciles de descubrir

«Hay geolocalizadores de 30 a 150 euros con baterías que pueden durar un año y suelen monitorizarse en páginas web o en los teléfonos móviles a través de una aplicación. Actualmente son muy precisos y a través de los mismos se puede seguir el trayecto de un coche a tiempo real», explica el presidente de OEDI, Salvador Samper, añadiendo que «hoy en día son mecanismos muy pequeños que se pueden camuflar con mucha facilidad en cualquier zona del vehículo». De hecho hay turismos modernos, no necesariamente de alta gama, que llevan incorporadas aplicaciones que trasmiten señales de su posición de forma permanente. Por eso los informáticos forenses utilizan sistemas muy avanzados para poder descubrirlos.

Precisamente gracias al trabajo desarrollado por el servicio de Atención Temprana a la Víctima de Violencia de Género que presta el Ayuntamiento de Aspe a través de OEDI se ha promulgado la segunda sentencia condenatoria por violencia de género digital en la localidad. En este caso la emitido el Juzgado de lo Penal Número 6 de Alicante. En este caso la víctima recibía audios vía Whatsapp y, ante las evidencias digitales, el autor ha sido condenado por un delito de amenazas.

El servicio ATV de Violencia de Género, que cada vez prestan gratuitamente más ayuntamientos de la provincia , es pionero y ofrece la tecnología más avanzada de «protección digital» para garantizar la seguridad de las víctimas. En este caso detectando a todos aquellos agresores que puedan estar siguiendo o monitorizando a sus exparejas con dispositivos de geolocalización o con software espía.