Cuatrocientas hectáreas de terreno agrícola entre los términos de Villena, Biar y Canyada es la superficie que pretende ocupar una planta solar proyectada por una empresa estatal de Noruega. El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) recoge este lunes 20 de junio de 2022 la solicitud para implantar la central fotovoltaica de Tendetes, con sus subestaciones intermedias y una línea de alta tensión de 50 kilómetros de longitud, que evacuará la energía obtenida en la subestación eléctrica de Cantalar en el municipio de San Juan. Un trámite publicado unos días antes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que recoge la petición de autorización de la declaración de utilidad pública. En tal caso los terrenos afectados por el proyecto podrían ser expropiados mediante el pago de un justiprecio permitiéndose, incluso, la ocupación urgente del suelo antes de cerrar un acuerdo con los legítimos propietarios.

Esta planta de 170 megavatios de potencia tiene una inversión estimada de 80 millones de euros y no ocupa zona de especial protección natural. Únicamente cinco hectáreas de suelo forestal estratégico. Su trazado también respeta el río Vinalopó, quedando los paneles fotovoltaicos a ambos lados del cauce. Además, tampoco invade el corredor territorial procedente del Valle de los Alhorines.

La zona afectada, ubicada a las faldas de la sierra de la Villa en Villena en dirección hacia los vecinos municipios de Cañada y Biar por las inmediaciones del trazado verde del Chicharra, está ocupada por pequeñas parcelas de secano y regadío en manos de numerosos propietarios de las tres localidades.

En estos momentos es el proyecto de mayor envergadura de cuantos se proyectan en la comarca del Alto Vinalopó. Pero en el Medio Vinalopó todavía hay uno con más potencia -de hasta 270 megavatios- que se pretende implantar en Salinas.

Ecologistas en Acción está estudiando el proyecto para presentar alegaciones. "No contra la central fotovoltaica porque su afección medioambiental es mínima y se han adoptado medidas para suavizar el impacto, pero sí contra el cableado eléctrico de alta tensión que cruzará la provincia para verter en San Juan la energía generada en Villena. Es un tendido de 50 kilómetros que cruzará zonas de gran valor natural y suelos forestales estratégicos, que es necesario proteger, y cuyo impacto se puede evitar transportando esa energía a las subestaciones de Beneixama o Elda, que están mucho más cerca", ha señalado a este diario Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción.

Los activistas tienen un mes para presentar alegaciones ante la dirección general de Política Energética y Minas y ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que son los organismos que deberán aceptar o denegar la petición planteada por la promotora valenciana contratada por la empresa estatal Noruega responsable del proyecto.

En este caso, al tratarse de una planta energética superior a los 50 megavatios, la tramitación del proyecto le corresponde al Estado. El Consell podrá emitir sus propios dictámenes pero la última palabra la tiene el Gobierno central.

"Entendemos que la transición energética es urgente y, precisamente por eso, nuestro rechazo a la implantación de complejos fotovoltaicos se limita a aquellas casos en los que hay un claro y demostrable perjuicio natural. En el caso en concreto de la planta solar de Tendetes a lo único a lo que nos oponemos es al tendido eléctrico de alta tensión que se quiere instalar desde el interior hasta la costa alicantina. Sin embargo -puntualiza Carlos Arribas- en el resto del proyecto nos parece que el equipo redactor ha afinado mucho para minimizar el impacto en el territorio".