Los planos de la reconstrucción de la iglesia de Santa Ana de Elda ya se encuentran en la ciudad. Están expuestos en la antigua Imprenta Vidal, la sede de la Asociación Cultural La Tertulia de Elda-Petrer. Fueron realizados en su día por el arquitecto Antonio Serrano Peral, que los guardaba en su despacho de Elche. Pero su hijo, el también arquitecto Manuel Serrano Bru, ha cedido una copia de los mismos a la Cofradía de los Santos Patronos de Elda y ha sido su presidente, Ramón González, el encargado de recoger el legado, junto a varios miembros de la Cofradía, mostrándose muy agradecido por tan generosa donación.
El acto de presentación de los planos originales, que permanecerán expuestos en el número 15 de la calle Nueva hasta el próximo 30 de septiembre, así como la entrega de la copia de los mismos ha sido dirigido por el arquitecto eldense-sajeño Manolo Guill Gran, colaborador y amigo de Serrano Bru, que ha sido además la persona encargada de interceder con la familia ilicitana para conseguir que los eldenses dispongan de una réplica del histórico documento 83 años después de la recuperación del monumento religioso.
La exposición ha sido también posible gracias al esfuerzo de Francis Valero y a la colaboración de Juan Vera, miembros al igual que Guill de La Tertulia.
Serrano Bru firmó en el libro de honor de la entidad cultural y posteriormente realizó una visita al templo de Santa Ana, que cuenta con un pequeño y sencillo museo que alberga el patrimonio litúrgico, de pintura y ornamentos así como los mantos de la Virgen de la Salud. También en esta dependencia se expondrán los planos de la iglesia.
El arquitecto Antonio Serrano Pera falleció en 1968 y entre sus trabajos de restauración destaca el de la Basílica de Santa María de Elche y de la tramoya de la Festa (1939); las iglesias del Sagrado Corazón de Jesús, de El Salvador, y de San Juan en Elche; las de Nuestra Señora de Gracia, de la Misericordia y de los Ángeles en Alicante; así como numerosos grupos escolares, el puente de Altamira y el Museo del Parque, la ordenación y ajardinamiento del Hort del Xocolater y del Hort del Gat, y los interesantes estudios para la ordenación vial del cauce del Vinalopó así como el diseño del Teatro Alcázar.
Arrasada en la Guerra Civil
La parroquia de Santa Ana es el templo más antiguo de Elda, aunque el actual no es el original del siglo XVI, que fue construido en 1528 sobre los restos de una mezquita por orden de Juan Francisco Pérez Calvillo Coloma, el II Señor de Elda. De planta cuadrada, con el paso del tiempo se fue ampliando añadiéndose capillas como la de la Virgen de la Salud y la del Cristo del Buen Suceso. Poseía aquel templo un retablo mayor con tallas del escultor Jerónimo Esteve Bonet. Además, la Capilla del Rosario guardaba unas pinturas de Cristóbal Llorens del siglo XVI.
Sin embargo el templo fue destruido hasta sus cimientos en el año 1936 al comienzo de la Guerra Civil, siendo reconstruido a partir del año 1939 y hasta 1944, sobre los restos de la antigua iglesia. De estilo neoclásico, a diferencia de la anterior de una sola torre, la actual tiene dos torre gemelas, en las cuales se ubican el cuerpo de campanas. Son seis y la más grande es la dedica a la Virgen de la Salud.
En su interior se encuentran las tallas de las imágenes de los patronos de la ciudad, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, también de nueva talla (1940) ya que se perdieron durante el periodo bélico de 1936, al igual que otras imágenes de devoción que forman parte de la Semana Santa Eldense.
Durante la década de los años 50, el párroco José María Amat Martínez, realizó una gran labor de reconstrucción con la puesta en marcha de varias campañas públicas de recogida de fondos. Posteriormente se han llevado a cabo varias remodelaciones, como la realizada por Enrique Garrigós Miquel en la que se añadieron balcones laterales y adornos en la cúpula, creándose además la Capilla del Sagrario o el Museo Parroquial. En 2004 se realizó otra reforma con motivo de la celebración del IV Centenario de la llegada de los Santos Patronos a la ciudad que incluyó vidrieras nuevas para el altar mayor, cúpula y nave central y nueva la iluminación que realza su belleza, dando así un mayor esplendor a la iglesia si cabe.
