Compromís presenta casi un centenar de enmiendas al Proyecto de Ley de Memoria Democrática entre las que se encuentra la inclusión del Parador de Benicarló y del Fondó de Monòver entre los Lugares de Memoria Democrática.

Aunque el Proyecto de Ley propone ya algunos espacios de partida que se incluirían en un futuro inventario, el portavoz de la formación en el Senado, Carles Mulet, considera que "tenemos muchos espacios bélicos en lo que fue el frente, fábricas o refugios, pero pensamos no han tenido el foco que merecen".

En un comunicado, la coalición recuerda que el Parador de Benicarló, nacido a partir de un albergue de carretera, tuvo como huéspedes a intelectuales extranjeros como Pablo Neruda u Octavio Paz, entre otros, que iban a asistir al II Congreso de Escritores Antifascistas en València en 1937.

También acogió al poeta Antonio Machado, a Largo Caballero, presidente del Consejo de Ministros y Jefe del Gobierno; a Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya o a Manuel Azaña, presidente de la República, que incluyó a este escenario y ciudad en su obra La velada en Benicarló, considerada su testamento político.

Uno de los rótulos explicativos sobre el final de la II República en Monóvar. INFORMACIÓN

El albergue vivió notables reuniones políticas y alojó a destacadas personalidades en el contexto de la contienda civil española tras el golpe de Estado, que “deben ser recordadas por tratarse de reuniones de vital importancia política durante la Guerra Civil”, señala Mulet.

Últimos días del Gobierno

El Fondó acogió los últimos momentos del Gobierno de la II República Española y la pedanía se convirtió en el centro político más relevante del momento, al partir desde su aeródromo hacia el exilio las personalidades políticas más importantes del gobierno de la Segunda República.

Actualmente acoge un espacio memorialista con un centro de interpretación histórica que divulga los hechos allí ocurridos con recursos didácticos, un refugio antiaéreo creado por el Comité Nacional para la Defensa Pasiva con capacidad para 200 personas con dibujos de niños y niñas en las guerras de España y Siria; una vivienda-cuartel que acogió a los soldados de la aviación y a la última reunión del buró político antes de subirse en dos aviones bimotores Douglas de las Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE) hacia el exilio.

El espacio memorialista recuerda que, en las semanas previas a la toma de las comarcas de Alacant por el ejército sublevado, medio millón de personas huyó a Francia por miedo a represalias.

En la propuesta de Compromís, recuerdan que “este espacio en el que tuvieron lugar los últimos momentos del Gobierno de la Segunda República debe servir de punto de encuentro para reflexionar en torno a la tragedia de los exilios humanos y es un innegable museo histórico al aire libre”.