Así fue el pregón con el que Chelo Moya Mánez ha inaugurado oficialmente este fin de semana las Fallas de Elda de 2022:

17 de septiembre de 2022 os aseguro que a partir de hoy será una fecha inolvidable en mi vida.

Señor Alcalde, Fallera Mayor, Fallera Mayor Infantil de Elda, Damas de Honor, Sra. Concejala de Fiestas, Señora Presidenta de la Junta Gestora. Presidentas y Presidentes, Falleras y Falleros, amigas y amigos que nos acompañáis esta noche tan especial para las Fallas de Elda.

Hoy saldo una deuda. Una deuda personal que tengo pendiente desde el año 2007 con nuestro querido y recordado amigo Jesús Selles, Presidente de Junta Central de Fallas desde el año 2003 al año 2007, en el que nos dejó. Fue precisamente en ese año 2007 cuando Jesús me llamó para pedirme ser la Pregonera de esas Fiestas de Fallas, las últimas para el. Muy a mi pesar, motivos familiares me llevaron a declinar el gran honor que suponía para mí como para cualquier fallera y fallero pregonar nuestras Fiestas. Hoy aquí en este balcón, aunque no estás a mi espalda ni me hayas acompañado en el desfile, estas aquí en mi corazón y en el todas las falleras y todos los falleros que tuvimos el gran honor de compartir el amor a esta Fiesta contigo. Este pregón va por ti querido Jesús y por todas las llamas te acompañan y que nos alumbran desde el cielo.

Después de 7 años vuelvo a este balcón ya no como Presidenta de la Junta Central de Fallas si no para dirigirme a todas vosotras y todos vosotros como pregonera, os confieso que me hace sentir la persona más feliz del mundo en estos momentos. La sensación de emoción, nostalgia, reconocimiento, os aseguro que me acompañará cada vez que a partir de hoy recuerde que he estado aquí; que una vez más las Fallas de Elda, una de mis grandes pasiones y que han dado y dan sentido a mi vida en los momentos de flaqueza, me han regalado algo único y valiosísimo para cualquier fallera.

El pasacalles previo al pregón de Chelo Moya. Marcial Rico

Gracias Isa, Presidenta de la Junta Gestora, Presidenta de mi Falla El Huerto y amiga. Repito, GRACIAS en mayúsculas por pensar en mi y proponerme para ser la pregonera y gracias a las Presidentas y Presidentes que ratificaron tu propuesta. Cualquiera de vosotras y vosotros, presidentas, presidentes, componentes de las distintas comisiones merecéis, y estoy segura de que lo conseguiréis, estar en este emblemático balcón acompañada de quienes nos representan en la Fiesta y en la ciudad. Pero este año 2022, el año del reencuentro, el año en el que estrenamos fechas, el año en que volvemos a vivir las Fallas como siempre lo hemos hecho, este año siempre será el mío.

Como casi todos sabéis yo no soy fallera de cuna, pero después de escuchar el pregón de Emilio Maestre en Fiestas Mayores; yo me pregunto. ¿Es necesario ser fallera de cuna para amar y querer a las Fallas? Os puedo asegurar que no. Como habéis escuchado mis comienzos fueron a los siete años en la Falla José Antonio Las 300 de la mano de mi tío Francisco Moya que fue fundador de la Falla infantil. Con mi hermana Encarni y mi prima Salu desfilé vestida de valenciana con aquellos trajes de alquiler que traían a la droguería de los padres de mi amiga Reme.

Pasaron los años y ya en la adolescencia, esa etapa en la que en la actualidad surge la crisis fallera, Pepito Ruzafa de la Falla de San Francisco de Sales viendo en mis hermanas y en mi tres posibles canteras falleras embaucó a mi padre para que nos convenciera para apuntarnos a la Falla y así sucedió. Pero se equivocó, es cierto que nos dio la oportunidad de vivir años muy bonitos en mi casa con mis padres y hermanas perteneciendo a la Comisión y que siempre he recordado con añoranza de lo que me hubiera gustado que permaneciera en el tiempo. Poco a poco se fueron apartando y solo me quedé yo en la Fiesta.

En esta falla y en su comisión crecí y aprendí lo que era ser fallera, de la mano de personas a las que recuerdo con muchísimo cariño y que no me atrevo a enumerar porque lamentaría mucho no citarlas a todas, aunque me vais a permitir destacar a Angelita Rico, la primera mujer que abandonó el traje negro de comisionista e introdujo en la indumentaria eldense el traje de huertana.

Si en la Falla de las 300 me inicié y en la Falla de San Francisco crecí fue en la Falla de la Gran Avenida donde realmente encontré personas que vivían, sentían y entendían las Fallas como llevaba tiempo buscando. Allí fueron unos visionarios al augurar que sería Presidenta de la Junta Central de Fallas. Nada más lejos de mi intención por aquellos tiempos, pero la desaparición de mi querida Falla Gran Avenida y el desamparo fallero en el que me sentí me condujo a ello en 2011. Si a alguien le debo haber llegado a asumir tal responsabilidad es por encima de todo a mi querido Manolo Palao, la primera persona a quien pedí que me acompañara. Si su respuesta hubiera sido negativa mi historia fallera personal habría sido otra y probablemente no estaría hoy aquí. A él se unieron desde el principio y a lo largo de los cuatro años ellos, “los mejores” Falleras y Falleros que no dudaron en aparcar total o parcialmente a sus Comisiones para llevar a las Fallas de Elda a lo más alto durante cuatro años. Juntos soñamos, creímos y crecimos, lloramos y reímos, trabajamos muy duro y disfrutamos en definitiva vivimos juntos una experiencia que estoy segura de que ninguna ni ninguno podremos olvidar nunca, porque ahí están nuestros logros: la elección de las falleras mayores de Elda en la Plaza Castelar, nuestras seis máximas representantes vestidas de forma exquisita, la mascletá en el centro de la ciudad, nuestra rotonda, fallas en el cole, el medio año fallero, y tantas y tantas cosas.

Tras el paso por la Junta Central mi siguiente parada y la que espero y deseo sea definitiva es mi amada Comisión de la Falla El Huerto aquí mi hija Rebeca y yo hemos encontrado nuestro sitio.

En estos momentos os aseguro que me siento pequeña. ¿Quién soy yo para hablaros a vosotros, falleras y falleros de Elda de lo que son nuestras Fallas? Para mí las Fallas de Elda sois vosotros los que estáis ahí abajo escuchándome y acompañándome esta noche de preludio fallero; pero además son ellas y ellos los que nos precedieron, los que desde 1929 trabajaron año tras año para que hoy estemos donde estamos. Pero ellos no nos son desconocidos, son vuestras abuelas y abuelos y en muchos de los casos vuestras madres y vuestros padres que hasta hace nada asistían a las reuniones, vendían lotería y rifas, organizaban las Fiestas y preparaban vuestras casas, planchaban vuestros trajes y bailaban y disfrutaban de las Fiestas. Ellos son los que os inculcaron y os dejaron como herencia la pasión por las Fiestas del fuego y vosotros tenéis la obligación de honrarlos y no hay mejor forma de hacerlo que hablarles a vuestra hijas y vuestros hijos de ellos y transmitirles que esta fiesta es tradición, que cuando erais pequeños sus abuelos eran quienes trabajaban duro y hacían de esta fiesta su vida. A todas ellas y todos ellos les debemos el estar hoy aquí.

La pregonera firmando en el libro de honor del Ayuntamiento de Elda. Marcial Rico

Pero ahora nos toca a nosotras y nosotros continuar con su legado y hacer que esta Fiesta que tanto amamos crezca dentro y fuera de nuestra ciudad. Sentirnos orgullos de lo que somos y hacer de ello nuestra seña de identidad. Festeras y festeros que robándole horas a sus día a día, faltando a compromisos familiares, intentando que nuestras amistades comprendan nuestra Fiesta, damos lo mejor de nosotras y nosotros por ellas...“las Fallas de Elda”. Porque queremos que tengan su sitio digno en el palmarés festero de Elda y aunque muchos de nosotros tenemos nuestro corazón festero partido, cuando llegan estas fechas el fuego lo conquista y ya sólo queremos que Elda nos viva, que salga a las calles a ver la Plantá, que haga sus gachamigas, que venga y vea nuestras fallas y que vea la falla oficial que es de todos los eldenses también, que baile en las verbenas, que goce con el estruendo de la mascletá y sobre todo que nos arrope en los desfiles y venga a sentir que todo termina y empieza contemplando la cremá.

Atrás quedan 2 años de pandemia, desde ese triste recuerdo y en la esperanza de que no vuelva a ocurrir nada igual, los falleros hemos estado manteniendo viva la llama en nuestros corazones muchos de ellos rotos de dolor y desesperación. Pues si alguien sabe de renacer esos somos nosotros que hemos levantado temerosos el cierre de nuestros locales para darnos, aun con mascarilla, esos abrazos que tanto hemos necesitado y echado de menos, hemos desempolvado las mesas y las sillas, abierto las libretas y empezado a escribir de nuevo partir de la ultima hoja de aquella semana de marzo de 2020. Pero aquí estamos con más ganas que nunca de empezar a vivir nuestros días grandes de Fallas, vamos a recuperar cada uno de los instantes que quedaron pendientes, vamos a bailar cada canción que nuestros pies no bailaron y vamos a brindar porque por fin estamos en Fallas.

Falleras, Falleros, estáis listos? este años si que si, que se entere todo el mundo, este año en Elda celebramos las Fallas. Con el otoño recién empezado y estrenando nuevas fechas vamos a vivir unos de los mejores días del año, aparcaremos los avatares cotidianos que son muchos para cambiar nuestro domicilio por el local de la falla, ampliaremos la familia a toda nuestra Comisión, estiraremos las horas para disfrutar cada segundo de esos momentos que tanto hemos tenido que esperar.

Pero antes sacaremos las cajas del fondo y abriremos armarios que han permanecidos cerrados demasiado tiempo para disfrutar al abrirlos de ese aroma que desprenden nuestros añorados trajes y complementos y nuestras camisetas y blusones. Los plancharemos con el máximo esmero, sacaremos brillo a los aderezos y desempolvaremos nuestros zapatos todo ello no sin dejar de exhalar un suspiro de emoción y ganas de lucirlos por fin.

Y es que una vez todo preparado no nos queda más que esperar al próximo miércoles en que por primera vez acudiremos al final del día a esta plaza para compartir con todas las Comisiones la plantá de la falla oficial, la de todas y todos.

El jueves amanecen las mariposas en el estómago esperando el momento de ver los ninots que esperan ya en los talleres ansiosos por ver la luz y ocupar orgullosos el lugar para el que el artista fallero los ha creado.

El viernes las 19 fallas nos dan los buenos días a la Elda más bonita escoltadas por aquellas falleras y aquellos falleros que han pasado la noche junto a ellas guardándolas para que luzcan intactas en la visita del jurado y pocas horas ya para que la Plaza del Ayuntamiento se vaya llenando, en el salón de Plenos los nervios se agolpan esperando ser los últimos en recibir el banderín y ahí bajo en la plaza nuestras Comisiones vitorean los premios en una ceremonia única y maravillosa.

El sábado las despertás dan paso a las actividades que nos esperan en los barrios y ya por la tarde, luciremos nuestra mejores galas falleras y nos encaminaremos a visitar a los Patronos de la ciudad La Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso que en sus altares nos esperan para recibir las ofrendas que hemos paseado por nuestras calles y que amenizadas por nuestras bandas de música y los acordes de nuestro himno de Fallas de Elda depositamos a sus pies. El tiempo imparable deja que las horas pasen tan deprisa que ya estamos ante la última noche, esa que las falleras y falleros queremos alargar hasta el infinito y más allá y así en las verbenas nos emocionamos cuando sonando una de esas canciones que nos hacen saltar y gritar “las falleras y los falleros de cubata” afloran y vivimos esos momentos únicos de eufórica hermandad donde nos abrazamos, donde nos emocionamos, donde sentimos que este es nuestro lugar y donde el duro camino andado hasta llegar aquí se desvanece y se anudan con fuerza esos lazos que el fuego sella para siempre.

El último día llega y no queremos despertar, el cansancio coge fuerzas pero los que más nos pesa es la nostalgia de lo vivido y la certeza de lo que al final del día nos deparará. La primera cita del día es con nuestros mayores amigos de fuego y la falla que para nuestro deleite han construido. De allí nos situamos en la rotonda de las Fallas de Elda para escuchar y sentir el sonido más bello del mundo. La mascletá nos embriaga con su olor a pólvora, ese que lo olamos donde y cuando sea nos traslada a las dos de la tarde de un domingo de Fallas. Nuestros patronos San Crispín y San Crispiniano están esperando en la Iglesia de la Inmaculada engalanados para procesionar acompañados de las falleras y falleros que al son de las marchas procesionales, y alumbrados por el tililar de las velas se abandonan a sus pensamientos y con la languidez del paso van haciendo balance de los días vividos que se nos escapan de las manos ya y que inexorablemente nos conducen a nuestros barrios a preparar el inaplazable desenlace y ante nuestros ojos amenazados por el sueño aparecen las lágrimas de alegría de lo vivido, de la satisfacción del trabajo duro pero bien hecho de estos días y del resto de año, lágrimas de compañerismo, que digo compañerismo, de hermandad fallera con mayúsculas y que aún con el calor del fuego calentando nuestra cara nos abrazamos a nuestros compañeros de la Comisión cansados pero orgullosos y satisfechos del deber cumplido, recogemos nuestras cosas del local y nos marchamos a casa echando la vista atrás ya con nostalgia, pero del montón de cenizas y agua que ocupa su lugar; sin ser conscientes, de ese humo que de algún rescoldo aun asciende hasta el cielo empieza a construirse en nuestro agotado corazón la falla del año siguiente que aunque lejana, en unos días empezará a coger forma porque ser fallera y fallero es una forma de vida.

Las falleras mayores con la comisión y las autoridades acompañando a la pregonera. Marcial Rico

Pues bien, todo esto es para lo que hoy me han encomendado estar aquí, para pregonar que así somos y que así nos queremos,

Que Somos Elda.

Que tenemos 93 años de historia y siempre hemos celebrado Fallas.

Que llevamos por bandera ser las últimas Fallas del calendario fallero.

Que estamos en la provincia de Alicante y que plantamos Fallas.

Que nuestras máximas representantes son las Falleras Mayores y sus Damas de Honor y que su indumentaria es el traje de “novia alicantina”, porque Tomás Valcárcel diseñó y creó este traje para nosotras y tenemos todo el derecho del mundo a llevarlo porque somos mujeres y somos alicantinas.

Que estamos orgullosos de ser falleras y falleros de Elda.

Y más orgullosos si cabe de pertenecer a nuestras Comisiones que engrandecen Elda:

Haciendo vibrar a su barrio, la Falla Ronda San Pascual

Llevando la Fiesta al corazón de Elda, la Falla Zona Centro

Estrenando local, la Falla Trinquete

Orgullosos siempre, la Falla José Antonio Las 300

Trabajando con los coles, la Falla San Francisco de Sales

En lo más al norte de Elda, Falla Huerta Nueva

Siempre “de riesgo”, mi amada Falla El Huerto

En su enclave único, la Falla Estación

Con su maravillosa Marea Roja, la Falla Fraternidad

Pues bien falleras y falleros que esta euforia no cese. Que San Crispín y San Crispiniano nos amparen para que nada ni nadie nos estropee nuestros días de fallas. Que vivamos unas fallas únicas, que sean como todos los años las mejores fallas de nuestra vida y que la emoción erice nuestra piel cada segundo de los cuatro días que pronto vamos a vivir.

Me despido y os rindo pleitesía de infinito agradecimiento a quienes habéis querido estar hoy aquí, a quienes me elegisteis para ser la pregonera y a la Fiesta de Fallas por permitirme vivirla y vivir momentos maravillosos como este.

Por tanto, a la espera de la cridá de Lucía e Imara muestras Falleras Mayores de Elda junto a sus Damas de Honor Zaira, África, Silvia y Sonia con la que nos van a llamar a la Fiesta y con el permiso del Sr. Alcalde y la Sra. Presidenta y especialmente con el permiso de todas vosotras y todos vosotros vengo a pregonar que las fallas de Elda 2022 ya están aquí. Disfrutad, bailad, abrazad, besad, reid, pero sobre todo, sobre todo SED FELICES y vivir al máximo LAS MEJORES FIESTAS DE FALLAS que son las nuestras.

Vivan las Fallas de Elda

Viva San Crispin y San Crispiniano

Viva Elda