Las tormentas que anunciaba la Agencia Estatal de Meteorología se han producido en la tarde de este jueves en el Alto y Medio Vinalopó y los avisos casi se han quedado cortos, con acumulados que se han aproximado a los 40 litros por metro cuadrado en media hora. Una avalancha de agua que ha provocado embalsamientos, rotura de ribazos y arrastres de tierra en algunas carreteras comarcales, mientras en los cascos urbanos de varios municipios se anegaban sótanos y locales bajos.
En Elda la "plantà" de las fallas en los nueve distritos ha tenido que interrumpirse momentáneamente hasta que el "diluvio" ha pasado de largo en dirección a la costa. Las piezas de algunos monumentos se han mojado pero la Falla Oficial, la única que está completamente montada desde la noche del jueves en la plaza del Ayuntamiento, ha aguantado la embestida del tiempo con solidez.
El rain rate -intensidad de la precipitación- ha alcanzado un pico de 209 mm/h y se ha producido un gran descenso térmico acompañado de fuertes rachas de viento y aparato eléctrico.
"El episodio ha generado un pequeño reventón húmedo que ha sobresaltado a los vecinos de las poblaciones de Elda y Petrer con las habituales avenidas aluviales en el entorno urbano", según informa el meteorólogo Lluís Francés, presidente de MeteoVinalopó.
El frente tormentoso ha barrido las comarcas del Alto y Medio Vinalopó a partir de las 15.45 horas y se ha mantenido activo hasta las 17.45 horas con precipitaciones intermitentes pero muy intensas, viento, aparato eléctrico y cortes puntuales en el suministro eléctrico.
La enorme acumulación de agua en tan corto espacio de tiempo ha reactivado las ramblas y anegado zonas urbanas. Sin embargo para el campo las lluvias, que en esta ocasión no han venido acompañadas de granizo, han sido muy beneficiosas tras cuatro meses de sequía.
Tal y como este diario publicó ayer, la Agencia Estatal de Meteorología había decretado la alerta amarilla ante la posibilidad de que el miércoles volviesen a producirse precipitaciones fuertes en toda la provincia debido a la formación de una pequeña gota fría. La lluvias podían caer de forma torrencial entre la tarde del miércoles y este jueves pero, desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, su director Jorge Olcina matizó que “no se trata de una gota fría como la que asoló la Vega Baja en septiembre de 2019.
"Puede llover fuerte pero no con tanta intensidad pero es lo que venimos apuntando. El mar está muy caliente y cualquier formación de aire frío en altura puede generar un tormentón”, quiso puntualizar el experto añadiendo que "el episodio, en cualquier caso, será corto y el viernes mejorará el tiempo aunque se mantiene cierta inestabilidad". Pero la incertidumbre persiste porque los modelos no precisan en qué punto lloverá, si es que llueve, los próximos sábado y domingo.
El Laboratorio de Climatología ya había advertido días atrás de que el periodo de riesgo a sufrir una gota fría se ha adelantado un mes. De hecho, a partir de esta semana cualquier embolsamiento de aire frío en la atmósfera puede generar una tormenta de gran intensidad y mucha lluvia en un corto espacio de tiempo. Precipitaciones que cuentan con un factor añadido y es que el mar está a 27 grados en muchos puntos de la costa.
