La historia se repite. De nuevo se han detectado salchichas con clavos en el descampado situado detrás del colegio Santo Domingo Savio de Petrer. Los hechos han sido denunciados a la Policía Local y desde Adoptamics se pide extremar la precaución a los dueños de perros o a quienes cuiden colonias felinas.

En noviembre de 2020 este diario ya publicó que seis perros habían muerto y una decena necesitó atención veterinaria tras ingerir pequeños trozos de salchicha con alfileres en su interior. Es el balance de una acción anónima de maltrato animal indiscriminado que se viene manteniendo desde el año 2016 en diversas zonas de Petrer.

La preocupación entre los dueños de animales de compañía de esta localidad, y también del vecino municipio de Elda, se ha reavivado esta semana con la aparición de nuevos cebos del mismo tipo en el amplio descampado que da a las espaldas de los colegios Santo Domingo Savio y Reina Sofía y el instituto Azorín. Es la zona donde más salchichas con agujas se han localizado hasta la fecha y, causalmente, el lugar al que acuden a diario alrededor de un centenar de propietarios de canes para darles un paseo.

Esta cruel acción ha sido alertada a través de las redes sociales por clínicas veterinarias y protectoras de animales de ambos municipios, y denunciada desde hace seis años por los afectados ante la Policía Local de Petrer. Sus patrullas han vuelto a intensificar la vigilancia para localizar al autor. «Sospechamos de una persona pero es muy complicado demostrar la autoría. No obstante es un tema que nos inquieta y seguimos investigándolo», señaló el concejal de Seguridad Ciudadana de Petrer, Pablo Lizán. Aunque no hay pistas claras, los indicios apuntan a una sola persona que conoce muy bien la zona, emplea el mismo método y actúa de lunes a viernes a horas muy tempranas.

Perfil psicológico

La psicóloga Providencia Alchapar Sánchez cree que el autor de estas fechorías tiene una personalidad de base antisocial y ha podido sufrir algún tipo de situación traumática relacionada con perros. «O bien ha padecido el ataque de uno o varios perros o bien ha perdido a su mascota de forma accidental», precisa. Cualquiera de estas circunstancias podrían haber activado en él una patología previa, que podría guardar relación con un brote psicótico o un trastorno de la personalidad. «Un daño injustificado, gratuito, continuado y repetitivo como se está dando en esta situación responde a algún tipo de trastorno que debería ser diagnosticado y tratado», indica la experta que, no obstante, advierte de que sus conclusiones pueden resultar aventuradas por cuanto apenas dispone de información y, en estos casos, se necesita conversar con el autor para trazar un perfil psicológico ajustado.

Hay perros que han conseguido sobrevivir después de ingerir una salchicha con clavos o alfileres después de expulsarla con la medicación que le ha suministrado el veterinario tras hacerle una ecografía. Otros no han tenido tanta fortuna y han perdido a sus mascotas al perforárseles el intestino o después de ser operadas para intentar extraerle las agujas incrustadas en órganos vitales.