Un frente común formado por agricultores, representantes políticos y empresarios de la industria y el turismo de la provincia de Alicante exigen al Gobierno central que se mantenga el suministro de agua para consumo urbano y agrícola de los trasvases del Tajo-Segura y Júcar-Vinalopó. Sin recursos hídricos no hay futuro para una provincia que lleva décadas contribuyendo a elevar el PIB de todo el país a través de sus industrias, cultivos y su atractivo turístico.

La situación es crítica por la falta de agua y por el futuro desabastecimiento que sufrirá este territorio si no se cambia la estrategia estatal. Por eso la sociedad alicantina también reclama "inversiones reales y urgentes" para la construcción de plantas desaladoras y que los caudales que se obtengan a través de ellas sean subvencionados. En caso contrario el precio del agua será inasumible.

De todo ello se ha hablado en el congreso celebrado este viernes en la Institución Ferial Alicantina (IFA) organizado por la Comisión de Aguas de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) bajo el título «Agua y Economía. Anticipándonos al cambio climático». Una jornada en la que una quincena de expertos, empresarios, agricultores y dirigentes políticos ha analizado los recursos hídricos de la provincia y la emergencia climática actual con el objetivo de adelantarse a una problemática que ya está generando tensión social.

El presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, y la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, han sido los encargados de abrir el congreso y, a continuación, el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, ha impartido una conferencia bajo el título «Cambio climático: futuros escenarios de la Comunidad Valenciana».

El cambio climático es una certeza y el trasvase del Tajo-Segura está "tocado" porque cada vez llueve menos en la cabecera y, aunque la transferencia de caudales no se puede suspender por ley, lo cierto es que el segundo mes consecutivo que el Gobierno central no envía agua del Tajo a la Cuenca del Segura. Olcina también ha adelantado que cada vez lloverá menos en la zona del Mediterráneo, lo que propiciará un incremento de la temporada turística prácticamente un mes.

Demonizando con el agua

La consellera de Agricultura no quiere que desde Madrid se siga demonizando con el agua en Alicante. "En esta provincia no se despilfarra el agua y el Gobierno debe adoptar ya una solución definitiva que garantice los recursos hídricos para Alicante", ha expuesto Mireia Mollà exigiendo que el caudal ecológico del Tajo-Segura se quede en 7 hectómetros cúbicos y no en los 8,5 hectómetros cúbicos. Proporción que ya ha sido aprobado y está pendiente únicamente de ser ratificada en el Consejo de Ministros.

La consellera es consciente de la "grave situación" a la que se enfrenta la Comunidad Valenciana por el cambio climático. Pero es partidaria de aplicar las nuevas medidas de forma gradual y no de forma abrupta, como pretende llevar a cabo el Ministerio.

Jorge Olcina durante su ponencia «Cambio climático: futuros escenarios de la Comunidad Valenciana». Rafa Arjones

La jornada ha contado con dos mesas redondas. En la primera, moderada por F.J. Benito, periodista del diario INFORMACIÓN experto en temas de agua, turismo e infraestructuras, ha tenido como ponentes al presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu; al presidente de Mármol de Alicante, David Beltrá; a la secretaria general de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana, Nuria Montes; y al alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro.

La primera mesa de debate del congreso sobre los recursos hídricos organizada por CEV. Rafa Arjones

Con los precios del campo a la baja, la escasez hídrica y el retraso de la desaladora de Torrevieja, los agricultores afrontan el panorama actual con mucha preocupación e incertidumbre. Así lo ha expuesto José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, tras señalar que "el trasvase Tajo-Segura es imprescindible y no me imagino un futuro sin este recurso porque todo lo que hemos creado en los últimos 44 años ha sido gracias a ese trasvase". Y pone un ejemplo: "el agua residual depurada llega donde llega y el agua desalada para este trimestre nos han ofrecido al Sindicato Central de Regantes solo 17 hectómetros y eso es absolutamente nada para regar tres meses".

"Desolación tremenda"

El único factor limitante que tiene la agricultura alicantina es el agua porque el clima y el suelo son óptimos y los clientes disponen de productos de cercanía prácticamente en toda Europa. "La para poder seguir generando riqueza pasa por disponer de agua y es absolutamente decepcionante cuando nos dicen que uno de los puntos claves será la desalación, y sobre todo la inversión en renovables para explotar ese recurso porque no hay otra manera de abaratar el precio de la electricidad, y sin embargo vemos que en los Presupuestos Generales del Estado para 2023 hay solo un millón y medio de euros para toda la provincia de Alicante. Y esto junto a la sequía y a toda la incertidumbre económica que vivimos en la actualidad produce un espíritu de desolación tremendo en el campo alicantino", subraya el responsable de Asaja puntualizando que "gracias a la primavera anormalmente lluviosa que hemos tenido nuestros cultivos han resistido esta campaña".

La consellera de Agricultura abriendo el foro en IFA. Rafa Arjones

También David Beltrá, responsable del sector provincial del mármol, ha defendido la necesidad de activar sin más demora el trasvase del Júcar-Vinalopó porque, si los pozos de Villena se cierran, es un recurso imprescindible para la supervivencia del Alto y Medio Vinalopó. En este sentido el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ha criticado el exceso de burocracia y se ha mostrado partidario de retomar el rechazado proyecto de la doble toma de las aguas del trasvase Júcar-Vinalopó. Una captación de caudales en Cortes de Pallás para el consumo humano y la otra en el Azud de la Marquesa de Cullera para uso agrícola. "Todos y todas debemos ser conscientes de la importancia que tiene abrir el grifo y que salga agua, y de la complejidad del proceso que permite que disfrutemos de este recurso tan importante", ha señalado Alfaro utilizando un ejemplo muy sencillo: el agua que llega a hogares de Elda sale a 500 metros bajo tierra. "Por eso es fundamental la colaboración publica y privada así como una mayor flexibilidad burocrática para garantizar el suministro de un bien tan preciado", ha destacado el alcalde y presidente de la FVMP.

"Los turistas se marchan por falta de agua"

A pesar de mostrar el titular "Los turistas se marchan por falta de agua" publicado en la portada del diario INFORMACIÓN del 6 de septiembre de 1978, cuando Benidorm se quedó sin agua y perdió el mercado de turismo alemán, el mensaje más optimista del foro lo ha ofrecido Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana. Ella descarta un escenario en el que la provincia de Alicante se quede sin agua. "Tenemos mecanismos y resortes suficientes para que algo así no ocurra", ha indicado solicitando sobre todo "seguridad jurídica porque las cosas tienen que hacerse de una vez, hacerse bien, y no ir cambiando de criterio cada dos por tres".

Montes no cree que Benidorm se vaya a quedar sin agua, al menos para uso turístico". Sobre esta cuestión ha puesto en valor las políticas de ahorro hídrico puestas en marcha en la ciudad desde hace décadas. "La ciudad consume ahora menos agua que hace cuarenta años teniendo el triple de habitantes más la población turística que multiplica por tres la población residente", precisaba la portavoz de Hosbec en el foro celebrado en IFA.

"Certeza y seguridad"

Los agricultores también reclaman "certeza, seguridad y estabilidad" para seguir trabajando. "No hay otra alternativa -apunta Andreu- y la seguridad debe venir de la prudencia de las decisiones. Pero también hay que tener un periodo de transición que permita que las distintas fuentes de suministro hídrico -residual depurada, desalada y agua del río- puedan atender las necesidad que tenemos en la actualidad".

En su opinión hay una "sentencia de muerte" a efectos prácticos por el caudal ecológico del trasvase y se requiere de un periodo de transición porque los proyectos que se están acometiendo desde la Conselleria, "que son muy acertados con la recuperación del 100% de las aguas para uso agrícola", necesitan su tiempo porque supone una gran inversión y desde que los proyectos se diseñan hasta que el agua llega al agricultor pueden pasar perfectamente entre tres y cinco años. "Y respecto a la desalación para obtener los 120 hectómetros que puede producir la planta de Torrevieja con energía renovable necesitamos un ámbito temporal más allá de 2027", ha puntualizado en su exposición.

La readaptación a nuevos cultivos de menor consumo hídrico es algo que los agricultores alicantinos llevan haciendo mucho tiempo. "Ahora que tan de moda está la digitalización para el uso más eficiente del agua es algo que en la Cuenca del Segura y todo lo asociado al trasvase del Tajo-Segura se lleva aplicando durante muchos años para no desperdiciar ni una sola gota de agua", recuerda José Vicente Andreu para quien "no es cuestión de cambiar de cultivo sino de ser más eficientes porque nosotros tenemos que producir los alimentos que la sociedad nos demanda".