Hay eslóganes que entran en nuestra mente y nunca más vuelven a salir de ella. Lemas publicitarios que, sin darnos cuenta, se convirtieron en un elemento más de nuestro habla, en expresiones de uso común. Ejemplos, a montones. 'Hacer un Kit Kat', 'volver a casa por Navidad' o 'el algodón no engaña' son algunas de las frases que nacieron en el cerebro de algún creativo que, sin duda, se ganó el sueldo. Y es que estas célebres consignas han llegado incluso a resistir el paso del tiempo, como es el caso de una que está pintada sobre la puerta de un garaje en Elda y que ya tiene unos cuantos años. 

El eslogan en cuestión nació a finales de la década de los 80 y muchas personas no tardaron en convertirlo en un dicho común, en una especie de muletilla cuando intentabas dártelas de listo delante tus amigos o familiares. A decir verdad, la frase publicitaria no deja de ser la versión de una expresión muy popular en nuestro país: 'El que sabe, sabe', germen del lema que empleó una marca alemana para promocionar su televisor y otros productos: 'El que sabe, Saba'.

Muchos de los que crecieron en los años 80 y 90 acabaron adoptando en su lenguaje la consigna publicitaria, dejando incluso olvidada a la original. Seguramente, un niño o joven de entonces sea hoy el propietario de ese garaje que, en un homenaje a la nostalgia, decidió tatuar en su persiana metálica el famoso lema. 

La fotografía de la puerta del inmueble ha sido publicada por los administradores de la cuenta 'Yo fuí a EGB', un perfil que comparte imágenes, fotografías y archivos de todo tipo representativos de una época que se resiste a desaparecer. Más de dos millones de seguidores, los que suma esta comunidad en todas sus redes sociales, mantienen vivo un tiempo ya pasado, pero que difícilmente será olvidado.