La soprano Ana María Sánchez Navarro (12 de marzo de 1959-17 de septiembre de 2022) ya es Hija Predilecta de Elda. Se convierte así en la segunda mujer eldense que alcanza este título honorífico.
El Ayuntamiento en pleno lo ha acordado, por unanimidad, en la sesión urgente y extraordinaria celebrada en la mañana de este lunes 28 de noviembre. Tras aprobarse la entrega de la distinción a título póstumo, el alcalde y los concejales de todas las fuerzas políticas la han recordado con un emotivo aplauso en presencia del marido y del hijo de la fallecida, José y Miguel Ángel Rubio, que se han mostrado emocionados y agradecidos.
"Ana María se merece este título mucho y la Corporación trabajaremos en realizar un acto digno de su memoria para homenajearla", ha señalado el alcalde Rubén Alfaro aludiendo al acuerdo alcanzado en la junta de portavoces, previa al pleno, para desarrollar un evento en unos meses que recuerde a la artista en el Teatro Castelar de Elda, donde tantos éxitos alcanzó con su prodigiosa voz. Un acto que también contará con la participación de los componentes del Conservatorio Profesional de Música de Elda que lleva el nombre de la artista eldense.
Segunda Hija Predilecta
En julio de 2021 concedió el Ayuntamiento de Elda los últimos títulos de Hijos Predilectos al poeta Antonio Porpetta y a la escritora Elia Barceló, un listado de honor del que también forman parte Joaquín Coronel Rico, Vicente y Emilio Maestre Vera, Juan Rico Pérez, Manuel Beltrán Aravid, José María Amat Martínez, Agustín Cavero Casáñez, José Joaquín González Amat, Joaquín Planelles Guarinos, Juan Navarro Busquier y Alberto Navarro Pastor.
La cantante murió el pasado mes de septiembre a los 63 años "en paz y rodeada de sus seres queridos". Una gran pérdida para la ciudad de Elda y para la lírica española, de la que fue una gran defensora en sus treinta años de exitosa trayectoria.
El alcalde Rubén Alfaro, tras trasladar a su familia en nombre de todos los eldenses el dolor y la tristeza por el óbito, destacó que "Elda ha perdido a una de sus más grandes e importantes figuras artísticas. Una mujer que llevó el nombre de nuestra ciudad por los escenarios de todo el mundo y que con su prodigiosa voz traspasó todas las fronteras. Ana María Sánchez triunfó y cosechó éxitos en los auditorios más importantes, pero como ella misma solía decir en más de una ocasión, los aplausos que más orgullo le producían eran los de su ciudad".
Palabras a las que Alfaro añadió que "su muerte nos deja un vacío enorme por su calidad humana, por su relevancia artística y por el amor y pasión que profesaba por Elda".
En 2019 el cáncer le forzó a tomar la decisión de dar por finalizada su carrera musical. Ella misma reconoció en una entrevista concedida a este diario que la enfermedad le había restado la energía suficiente para subir a un escenario a cantar. Así que, "por respeto al público, a la música y a mí misma decidí que era el momento de terminar con esa etapa de mi carrera". A pesar de ello seguía demostrando una gran entereza y estaba agradecida a la vida "porque se ha portado muy bien conmigo".
Premios y distinciones
Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Alicante, que le concedió en el año 2000 el "Laurel de Oro de las Artes", se inició en el mundo del canto en el Orfeón Polifónico del Centro Excursionista Eldense, en el que ingresó a los 15 años. Estudió la carrera de Canto en el Conservatorio Superior de Música "Óscar Esplá" de Alicante con la soprano Dolores Pérez. Con una beca del Centro Excursionista Eldense continuó sus estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid, donde estudió con Miguel Zanetti e Isabel Penagos, obteniendo el Premio Extraordinario de Fin de Carrera "Lola Rodríguez de Aragón'".
Académica Numeraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de València desde febrero de 2005, recibió cuatro años más tarde la Encomienda de Número de la Real Orden del Mérito Civil por su contribución al Patrimonio Nacional en la difusión de la Música Española. Fue el rey Juan Carlos I quien le impuso el galardón en la ceremonia que se celebró en el Palacio Real de Madrid.
Además el Ayuntamiento de Aspe le dedicó una calle en la localidad y posteriormente el Ayuntamiento de Elda le dio su nombre al Conservatorio Profesional de Música.
Inicio de su carrera
Después de interpretar numerosos conciertos de ópera en Francia y Alemania, debutó en Palma de Mallorca con "Nabucco" de Verdi en 1994 y ese mismo año representó a Mathilde de "Guillaume Tell" en el Teatro San Carlos de Lisboa, iniciando entonces una brillante carrera lírica que le llevó a actuar en teatros de toda Europa, combinando sus actuaciones operísticas con conciertos y recitales de música de cámara y oratorio.
Según informa Elías Bernabé, experto musical y amigo personal de la soprano, Ana María también colaboró en distintas publicaciones especializadas con artículos sobre la voz y el canto, realizando un ciclo de conferencias sobre la materia. Además, en sus últimos años de vida compaginó su faceta de cantante con la docencia, que era una de las grandes ilusiones que tenía desde la juventud.
En su destacada trayectoria cuenta también con la Insignia de Oro del Centro Excursionista Eldense y un premio IMPORTANTE del diario INFORMACIÓN, además de haber sido finalista de los Premios de la Música en los años 2003 y 2005.
En marzo de 2019 recibió la Insignia de plata de la Escuela Superior de Canto de Madrid de manos de la profesora de la institución Carmen Torreblanca, catedrática de lengua francesa. Una distinción que se concede habitualmente a los profesores de la Escuela cuando se jubilan, por lo que Ana María Sánchez se convirtió en la segunda alumna en recibirla tras la entregada a la mezzosoprano Teresa Berganza.
El último gran reconocimiento a su exitosa carrera artística lo recibió hace ahora justo tres años. Fue el Premio Nacional "Cultura Viva" a la Lírica. Un prestigioso galardón reservado a instituciones o personalidades con una obra o trayectoria ejemplar en diversas áreas del conocimiento como la música, cultura, arqueología, literatura, poesía o ciencia.
"Paz para el alma"
Deja, por tanto, un amplio legado de galardones y honores aunque, como siempre dijo en vida: "el premio más grande que tengo es mi familia. El resto ha llegado, cada uno, en un momento importante de mi vida y han sido un antes y un después en mi carrera".
Elda dará este domingo el último adiós a una mujer vitalista y enamorada de su ciudad que siempre defendió el canto como expresión artística y como paz para el alma. "Y eso es algo que en este mundo hace muchísima falta", subrayó en su última entrevista.
