El día de "feriarse" en Elda

Elda vive hoy el día grande de la Feria de la Inmaculada o de la Purísima para que los pequeños de la ciudad puedan "feriarse". Han pasado 557 años de historia y las familias mantienen la costumbre heredada, de padres a hijos, de recorrer los puestos para hacer alguna compra, disfrutar de los típicos productos de alimentación -churros con chocolate, castañas, patatas fritas y crepes- y montar a los más pequeños en las atracciones. Lo que en Elda se denomina «feriar» a los niños y niñas.

Este año son 45 los puestos artesanales y 24 las atracciones instaladas en su habitual emplazamiento del recinto ferial de la zona del Polígono Almafrá.

Al mediodía las atracciones funcionaban a pleno rendimiento y había muchas familias al completo, con los abuelos y las abuelas “feriando” a los nietos.

Vuelve la histórica Feria de la Inmaculada de Elda con 45 puestos y 24 atracciones

Los puestos de venta abrieron el pasado martes y cerrarán hoy pero las atracciones funcionarán hasta el día 18 de diciembre.

En esta edición hay casetas de todo tipo: artesanía, juguetes y alimentación para todos los gustos.

Además, el Ayuntamiento ha instalado una carpa con una compañía eldense que se encarga de ofrecer talleres de globoflexia, pintacaras y adornos para el árbol de Navidad, juegos populares, juguetes clásicos y gymkanas inspiradas en la familia Coloma de Elda. También esta actividad ha tenido una gran asistencia de público con mucho ambiente infantil.

La carpa municipal también estará abierta hoy 8 de diciembre, en horario de 10:30 a 14:30 horas y de 17:00 a 21:00 horas.

En el día de las Inmaculadas, Puras y Conchitas toca "feriarse" en Elda.

Origen histórico

Según consta en los escritos del historiador eldense Lamberto Amat, durante el siglo XV los Señores de la Baronía de Elda pertenecieron a la familia Corella, condes de Cocentaina, localidad que todavía conserva una de las ferias más antiguas de España. Fue uno estos nobles, Juan Ruiz de Corella, quien intercedió ante la corte y consiguió que el 22 de marzo de 1466 el rey Juan II de Aragón concede a la villa de Elda el privilegio de realizar una feria, que tenía que celebrarse el 1 de octubre de cada año.

Pero cuando las coronas de Castilla y Aragón se unieron la reina Juana I firmó un decreto el 30 de julio de 1518 en el que, además de revalidar el privilegio eldense, cambia y amplía la fecha de la feria, que a partir de entonces debía celebrarse todos los años entre los días 1 y 13 de diciembre.

Un privilegio que la reina decidió otorgar en agradecimiento a los servicios prestados por el conde de Elda, Mosén Juan Coloma, que fue secretario de los Reyes Católicos.