El poeta popular El Serafico ya tiene una estatua en Elda

La remodelación del parque de la Prosperidad también incluye la instalación de una pérgola, la mejora de la accesibilidad y la renovación de los juegos

La escultura de El Seráfico en la plaza de la Prosperidad de Elda.

La escultura de El Seráfico en la plaza de la Prosperidad de Elda. / INFORMACIÓN

Pérez Gil

Pérez Gil

El poeta eldense Francisco Ganga Ager, conocido por el sobrenombre de El Seráfico, ya tiene una estatua en su recuerdo cuando se cumple el 150 aniversario de su fallecimiento. Es la principal novedad de la remodelación de la plaza de la Prosperidad inaugurada este viernes por el alcalde Rubén Alfaro.

La escultura ha sido realizada por el artista fallero eldense Joaquín Rubio que ha empleado materiales muy resistentes, como la fibra de vidrio, para darle la durabilidad necesaria para soportar las inclemencias meteorológicas. La imagen de El Seráfico a tamaño real luce una vestimenta humilde de la época, que resulta familiar por las diferentes imágenes y cuadros suyos que se han conservado de la época.

“Al margen de esta escultura honorífica a modo de reconocimiento a su figura en la cultura de nuestra ciudad, la remodelación de la plaza de la Prosperidad también ha recuperado la pérgola existente en su extremo norte, permitiendo así que pueda ser utilizada con mayor comodidad por los vecinos y vecinas de este barrio de nuestra ciudad durante los meses estivales”, ha destacado el primer edil.

La pérgola instalada en la plaza de la Prosperidad de Elda para dar sombra a los usuarios.

La pérgola instalada en la plaza de la Prosperidad de Elda para dar sombra a los usuarios. / INFORMACIÓN

Del mismo modo, dentro de este proyecto financiado con cargo al Plan Elda Renace también ha jugado un papel fundamental la accesibilidad, “que es una seña identitaria del equipo de gobierno local -PSOE y EU- en todas las obras y actuaciones que se están realizando en la ciudad", ha puntualizado el concejal de Inversiones y Servicios Públicos Sostenible, José Antonio Amat.

El acto inaugural de la reforma de la plaza de la Prosperidad de Elda.

El acto inaugural de la reforma de la plaza de la Prosperidad de Elda. / INFORMACIÓN

Prueba de ello es que se ha creado un nuevo acceso, a través de una rampa en la calle 2 de Mayo, para facilitar que las personas accedan a la plaza y se relacionen con su entorno, "confiriendo a este enclave urbano una dimensión más humana y potenciando su integración con el barrio”, ha explicado el alcalde, a quien también le han acompañado en la inauguración los técnicos municipales Raimundo Martínez y Joaquín Grima, y el escultor de la figura de El Seráfico, el artista fallero Joaquín Rubio.

¿Quién fue El Seráfico?

Nacido en Elda el 22 de febrero de 1812, El Seráfico desarrolló una extraordinaria facilidad para improvisar y escribir versos a su regreso de Cuba, donde estuvo alistado en el ejército. Escribía sus populares poemas inspirándose en amigos, autoridades, fiestas y costumbres locales e incluso en personalidades nacionales como Espartero e Isabel II. En el cementerio viejo de Santa Bárbara todavía se conservan dos placas con epitafios suyos:

-"Mueren todos los prelados, jueces y gobernadores grandes, medianos, menores. doctores y cirujanos, Abrid los ojos , mundanos, no pecar que eso es locura y hagamos la compostura que nos hemos de morir y nos tiene que cubrir una triste sepultura".

-"Vendréis hasta aquí, mortales, dejando este mundo ruin; Aquí encontraréis el fin de los bienes y los males. Desde los más principales al pobre que con la azada se gana el pan de cebada, desde el más sabio al más tonto, aquí llegaréis muy pronto reducidos a la nada".

La placa de El Seráfico colocada en la fachada del cementerio Santa Bárbara de Elda.

La placa de El Seráfico con uno de sus célebres poemas colocada en la fachada del cementerio Santa Bárbara de Elda. / INFORMACIÓN

En 1970 también se le dio su nombre a un colegio de la ciudad. Llevó una vida humilde y falleció soltero y pobre de solemnidad, pero sigue presente en el acervo local y algunas de sus estrofas se han convertido en expresiones del habla coloquial genuinamente eldense.