La tierra donde soplan todos los vientos

Las comarcas del Vinalopó reciben todo tipo de corrientes de aire por su abrupta orografía: Mistral, Tramontana, Levante, Gregal, Xaloc, Garbí, Migjorn y Poniente

Una vecina de Elda tratando de resguardarse de las fuertes rachas de viento Mistral.

Una vecina de Elda tratando de resguardarse de las fuertes rachas de viento Mistral. / Áxel Álvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

Las comarcas del Vinalopó no se caracterizan por ser tierra ventosa pero reciben todo tipo de corrientes de aire durante las cuatro estaciones del año.

La disposición orográfica de esta zona del interior de la provincia de Alicante provoca que la acción del viento sea desigual a pocos kilómetros de distancia, aunque por lo general la componente climática queda reflejada con la vegetación. Por eso los vientos reinantes, ya sean antitrípticos o de gradiente, quedan supeditados a su abrupto relieve y dejan escasas lluvias. Así queda reflejado en la media pluviométrica anual, tal y como destaca el meteorólogo Lluís Francés, que también establece marcadas diferencias entre el viento en superficie y el de la vertical, mucho más caótico por las turbulencias térmicas y mecánicas de la atmósfera.

Lluís Francés ofreciendo una charla sobre los vientos que azotan al Vinalopó.

Lluís Francés ofreciendo una charla sobre los vientos que azotan al Vinalopó. / INFORMACIÓN

El viento que más incide en el Alto y Medio Vinalopó, en convergencia con la superficie y la vertical, es el de componente noroeste, al que se denomina Mistral. "Es un viento que canaliza muy bien en la cuenca fluvial del Vinalopó y, entre los meses de octubre a abril, nos suele afectar gracias a las incursiones de masa de aire frío que no profundizan demasiado en la Península", explica el experto.

El Mistral se caracteriza por ser seco y frío además de ser el más violento. De hecho suele dejar las rachas mas intensas de estas comarcas en superficie, con valores que suelen sobrepasar los 80 km/h y provocan daños en arbolado, viviendas, señales, todos, cartelería, vehículos y mobiliario urbano.

Un cartel publicitario arrancado de raíz por la rachas de Mistral en Villena.

Un cartel publicitario arrancado de raíz por la rachas de Mistral en Villena. / Carlos Rodriguez

El Mistral es el viento "más loco" pero el de Tramontana es el más temido del invierno porque resulta tan turbulento como frío y desploma los termómetros. Por su parte el Levante y el Gregal son húmedos pero las sierras del Cid y el Maigmó suelen obstaculizar su avance. "Nos deja a sotavento y las precipitaciones no suelen ser cuantiosas, a no ser que se genere una situación de inestabilidad de consideración, que aún así dejaría a este territorio a la cola de las lluvias", puntualiza el presidente de MeteoVinalopó.

Sorteando árboles derribados por el viento camino del colegio en Elda.

Sorteando árboles derribados por el viento camino del colegio en Elda. / Áxel Álvarez

El Xaloc es el que más lluvia aporta. Canalizando el Valle del Vinalopó en sentido SE-NW suele dejar precipitaciones de consideración, además de las típicas brisas vespertinas del verano. También se caracteriza por su humedad y por ser el más persistente durante la mayor parte del año.

Una mujer de Villena luchando contra el viento para que no le arrebate el paraguas.

Una mujer luchando contra el viento en Villena para que no le arrebate el paraguas. / Áxel Álvarez

El Migjorn es un viento cálido en verano y templado en invierno, que suele irrumpir acompañado de calima y puede dejar algunas lluvias. "Pero en general no es el más benévolo para nuestros intereses", aclara Lluís Francés aludiendo asimismo a la presencia de las corrientes de aire procedentes de suroeste. Es el llamado Llebeig o Garbí, un viento cálido y seco que, en convergencia con vientos marítimos en la vertical, suele dejar lluvias. Es el principal causante de las tormentas de final de primavera pero, sobre todo, del otoño.

Árboles quebrados en Novelda por rachas superiores a los 80 kilómetros por hora.

Árboles quebrados en Novelda por rachas superiores a los 80 kilómetros por hora. / Axel Alvarez

"Cuando Camara se enoja, Elda se moja"

"Este viento hace bueno al refrán que dice que cuando Camara se enoja, Elda se moja", apunta el meteorólogo aludiendo, por último, al viento de Poniente. Al ser templado deja días muy agradables en invierno pero en verano puede convertirse en un tormento porque es el que marca las temperaturas máximas. Algo que consigue al anular y absorber toda la humedad relativa del aire. De ahí el refrán: "De ponent, ni vent ni gent”.