La autopsia revela como causa natural la muerte de un hombre en la rambla de Puça de Petrer

La víctima, de 61 años, salió a dar un paseo el martes por la tarde desde su casa y su cadáver fue encontrado por su hijo de madrugada

El cadáver ha sido encontrado en la rambla de Puça, al final de la calle La Huerta de Petrer.

El cadáver ha sido encontrado en la rambla de Puça, al final de la calle La Huerta de Petrer. / Áxel Álvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

La Policía Nacional de Elda-Petrer ha cerrado la investigación abierta para determinar las causas de la muerte de un vecino de Petrer. El fallecido, de 61 años, salió de su casa a dar un paseo a primera hora de la tarde de ayer martes y ya no regresó.

La autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal de Alicante ha determinado que se trata de una muerte natural. Además, los agentes que se hicieron cargo de la investigación tampoco detectaron signos de violencia en el cuerpo del fallecido.

La familia, extrañada por la prolongada ausencia y después de una angustiosa búsqueda por Elda y Petrer sin ningún resultado, denunció la desaparición entrada la noche ante el temor de que hubiera podido sufrir algún tipo de percance o accidente.

La rambla de Puça atraviesa el casco urbano de Petrer y desemboca en el río Vinalopó en el término de Elda.

La rambla de Puça atraviesa el casco urbano de Petrer y desemboca en el río Vinalopó en el término de Elda. / Áxel Álvarez

La Policía Local de Petrer y la Policía Nacional de Elda-Petrer pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda hasta que, sobre la una de la madrugada de este miércoles, se informó de la aparición del cadáver en la rambla de Puça, debajo del puente nuevo de la autovía A-31 de Alicante-Madrid, una zona situada en el extrarradio del casco urbano de Petrer pero habitualmente transitada por paseantes y senderistas.

El equipo médico del SAMU que acudió al lugar certificó la muerte pero no pudo concretar que el óbito se hubiera producido por una causa natural. El cadáver fue encontrado por su propio hijo y se encontraba boca abajo en la rambla de Puça por donde la víctima solía pasear a diario.