Indignación en Aspe por la ocupación de una céntrica vivienda

La nieta de los propietarios denuncia la destrucción de todos los recuerdos familiares y la impunidad ante la "soberbia y actitud amenazante" de los okupas

La céntrica vivienda ocupada en Aspe.

La céntrica vivienda ocupada en Aspe. / M.M.P.

Pérez Gil

Pérez Gil

La ocupación por la fuerza de una antigua vivienda unifamiliar del céntrico barrio del Parque Doctor Calatayud de Aspe ha generado un clima de malestar, impotencia y preocupación en la localidad. Incluso hay vecinos que han propuesto realizar una concentración de protesta frente al inmueble el próximo fin de semana.

La casa estaba cerrada desde hacía tiempo pero en ningún caso abandonada porque forma parte de la herencia de los hijos de sus legítimos propietarios. Y precisamente una de la nietas ha difundido el siguiente mensaje:

"Siento mucha pena al tener que hacer esta publicación, pero a la vez, necesito expresar mi tremenda impotencia ante la ocupación de la casa de mis abuelos la pasada noche. Se llamó de madrugada tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil, obteniendo ninguna solución ante lo que estaba ocurriendo. Los okupas son los que tienen ahora los derechos sobre esa vivienda? Perdona? Es totalmente una absoluta vergüenza. Vía legal, pon una denuncia y a esperar, mientras toda mi familia ve como maltratan la casa de su infancia. Además de aguantar la soberbia y actitud amenazante con la que se muestran los okupas, grabándonos y provocándonos si nos acercamos a nuestra casa. Esto no tiene nombre, pero así está la ley. Solo pido una solución. Me rompe el corazón ver cómo están destrozando todos los recuerdos familiares. En memoria de mis abuelos, no se merecen que tanto sacrificio esté siendo violado de esta forma".

La vivienda fue ocupada en la noche del pasado lunes por una pareja extranjera que se ampara en la protección legal de sus hijos menores. Con anterioridad la misma familia ya lo había intentado en otra casa de la misma calle pero la Policía Local fue avisada con tiempo y los agentes lograron convencerlos para que se marcharan.

Sin embargo en esta ocasión se han negado a abandonar la vivienda y los agentes de la Guardia Civil, que tienen la competencia en estos asuntos, indicaron a los herederos que no podían efectuar el desalojo sin una orden judicial. Los hechos han sido denunciados pero cuando la Justicia se pronuncie la casa podría estar ya completamente destrozada. Así está la ley.

La repulsa social que ha generado esta nueva ocupación de una vivienda en la localidad ha llevado al alcalde, Antonio Puerto, de Izquierda Unida, a solicitar a la Guardia Civil a llevar a cabo con la máxima celeridad las gestiones necesarias que permitan al juez decretar el desalojo de forma inmediata. 

Plan Antiocupación

El alcalde ha recordado que cuando se han producido episodios similares en Aspe, desde el Ayuntamiento se han adoptado todas las medidas legales al alcance de la Administración local para liberar las propiedades afectadas. «Hemos llegado a limitar el acceso de los okupas a servicios básicos como el suministro eléctrico y el abastecimiento de agua denunciando directamente la situación a las empresas suministradoras», ha explicado Antonio Puerto.

Además, el 27 de marzo de 2020 todos los grupos municipales aprobaron una moción en el pleno por la que Aspe se declaró municipio contrario a las ocupaciones. En la misma propuesta se llegó a solicitar al Gobierno central que endureciese las penas ante este tipo de situaciones para acabar con la indefensión de los propietarios y la impunidad de los okupas. A la vista de los hechos no parece que el presidente socialista Pedro Sánchez ni sus socios de Podemos hayan hecho mucho caso a la petición de un gobierno de Izquierda Unida. 

Para los actuales propietarios, los hermanos Mateo Limiñana, se trata de «una clara vulneración del derecho de propiedad» y consideran que la autoridad pudo haber expulsado a los okupas «en caliente» porque los vecinos les avisaron a las ocho de la mañana de que acababan de entrar. Miguel Ángel Mateo advierte, asimismo, que este tipo de situaciones puede crear alarma social y un efecto de atracción para que se repitan hechos similares. Así está la ley.