Detienen en Elda a un peligroso fugitivo fugado de una cárcel de Sevilla

La Policía Nacional estableció un dispositivo de búsqueda al tener información de que podía estar en la ciudad desde febrero

Un agente fuera de servicio lo siguió por la calle tras identificarlo y el juez lo ha enviado a prisión

Un agente de la Policía Nacional de Elda-Petrer durante una operación.

Un agente de la Policía Nacional de Elda-Petrer durante una operación. / Axel Alvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Elda a un hombre de 38 años al que le constaban seis requisitorias judiciales de distintas localidades españolas por delitos de tráfico de drogas, robo con violencia e intimidación, quebrantamiento de condena, tráfico de drogas y coacciones.

A mediados del mes de febrero de este año, se tuvo conocimiento a través de la Comisaría de Policía Nacional de la Línea de la Concepción, de que un delincuente sobre el que constaban diversas reclamaciones judiciales para su detención e ingreso en prisión, podría estar residiendo en la ciudad de Elda y recibiendo cobertura de terceras personas para evitar su localización.

Además se disponía de una información en la que se afirmaba de que el fugitivo podría portar un arma de fuego, aumentado el grado de peligrosidad del mismo.

En la actualidad el prófugo había aprovechado un permiso del Centro Penitenciario de Sevilla II de Morón de la Frontera, en el que estaba cumpliendo condena por diversos hechos delictivos, no reintegrándose en el establecimiento penitenciario desde el día 9 de mayo de 2022.

Por parte de las Brigadas de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Elda-Petrer, se estableció un dispositivo conjunto con la finalidad de averiguar el lugar de ocultación de esta persona así como las personas que pudieran facilitar apoyo logístico para que no fuera detectado por parte de los funcionarios policiales.

Tras unas primeras diligencias de investigación se determinó la posibilidad de que el fugitivo podría encontrarse oculto en algún domicilio eldense de un familiar o de su expareja, estableciéndose un dispositivo entorno a dichas personas y las viviendas donde residían, no siendo detectada su presencia en esos lugares, a sabiendas por parte de los Policías Nacionales de que esta persona trataría de pasar desapercibido, adoptando todo tipo de medidas de seguridad con el fin de no revelar su presencia y ubicación en la ciudad de Elda que llevarían a su identificación y detención.

Moros y Cristianos

Con motivo de las fiestas de Moros y Cristianos de Elda y ante la posibilidad de la aglomeración de personas que visitan la ciudad y el anonimato que conlleva el entorno festivo, se procedió a la difusión de la fotografía del fugitivo así como las zonas donde pudiera encontrarse, entre los distintos Grupos Operativos de la Comisaría.

Fue un agente libre de servicio quien observó a una persona que reunía las características físicas del fugitivo, iniciando un seguimiento discreto a pie del sujeto a la vez que comunicaba dichos hechos al Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control (CIMACC 091), solicitando la presencia de una patrulla policial uniformada para su interceptación y determinación de identidad.

Datos falsos de filiación

En una primera identificación, esta persona carecía de documentación que acreditase sus datos personales, manifestando a los agentes actuantes unos datos falsos de filiación al objeto de evitar ser descubierto.

Tras las primeras comprobaciones en el lugar y no concordar los datos facilitados, se le trasladó a dependencias policiales, donde se pudo comprobar la filiación fehaciente del sujeto, tratándose del fugitivo buscado y sobre el que constaban diversas requisitorias judiciales en vigor, además de haber sido detenido 26 veces por delitos contra las personas.

Al peligroso fugitivo, que se encontraba fugado de un centro penitenciario desde aproximadamente un año, le constaban seis requisitorias para ingresar en prisión por parte de Juzgados de Alicante, Málaga y Sevilla, por delitos de robos con violencia e intimidación, tráfico de drogas, quebrantamiento de condena y coacciones.

Tras la intervención policial, el fugitivo pasó a disposición del Juzgado de Instrucción Número 3 de Elda en funciones de guardia, decretando su ingreso inmediato en prisión.