Elda desbloquea las obras en la antigua sede de CC OO y CNT tras 20 años en ruinas

El Ayuntamiento concede licencia de obras a la nueva propietaria del edificio, que presentaba daños estructurales en pleno corazón de la ciudad que amenazaban con producir un derrumbe

El edificio que albergó las sedes de la CNT y CC OO va a ser reparado tras 20 años en ruinas.

El edificio que albergó las sedes de la CNT y CC OO va a ser reparado tras 20 años en ruinas. / Áxel Álvarez

Luz verde tras casi dos décadas de ruina para las obras de consolidación del histórico edificio que acogió la sede de la CNT y CC OO de Elda. El Ayuntamiento ha dado licencia a la nueva empresa propietaria del inmueble, ubicado en el número 11 de la calle Menéndez Pelayo, para que acometa obras en el mismo. Un edificio que presenta daños estructurales que se detectaron en 2006, lo que llevó a que se tuviera que desalojar por el riesgo de que se registrara algún derrumbe. Y que también dio problemas por la presencia de okupas que provocaban incendios.

Desde el Consistorio han destacado que han logrado "después de muchos años de gestiones que se acometan obras para reparar este edificio muy céntrico, que está declarado en situación de amenaza de ruina". Así, el Ayuntamiento ha concedido a la empresa Davivastudio la licencia urbanística para proceder a la reparación del edificio, unos trabajos que comenzarán en los próximos días y acabaran con el problema de seguridad que representa este inmueble desde hace 20 años en el corazón de Elda. Se trata de unas labores de consolidación de su estructura.

Así, se va a poner fin a un proceso lleno de contratiempos, donde se juntan daños estructurales que se consideraron irreversibles en 2006 y una venta en subasta pública del inmueble -más bien del solar- por parte del Ministerio de Trabajo a una constructora que quebró antes del derribo.

Ahora, la empresa va a realizar obras para asegurar la estructura, aunque se desconoce si el objetivo final es una reforma integral, aunque lo más probable es que su destino final sea el derribo para la construcción de un nuevo edificio.

Hay que recordar además que su ruinosa situación convirtió el inmueble en un foco de vandalismo, con okupas que causaban incendios, lo que generaba una gran preocupación entre el vecindario que se solucionaron hace unos dos años con mejoras en los cerramientos del edificio.

Estado de ruina

Los técnicos municipales declararon en 2006 el estado de ruina para este histórico edificio, pese a lo que ha seguido peligrosamente en pie hasta ahora. El céntrico inmueble, a escasos metros de la plaza Sagasta y de la oficina de Correos, se construyó en la década de los años 60 y albergó la sede del Sindicato Vertical durante la dictadura franquista.

Llegada la Democracia, y adquiriendo su propiedad el Ministerio de Trabajo, sus instalaciones se cedieron a CC OO, USO y CNT. Pero en la última etapa se repartían sus cuatro alturas únicamente Comisiones Obreras y la Confederación Nacional del Trabajo, mientras en el local bajo se encontraba el bar restaurante La Torre, cuyo inquilino pagaba las cuotas mensuales a la subdirección general de Patrimonio Sindical.

Pero en septiembre de 2006 el negocio tuvo que cerrar sus puertas de un día para otro y los representantes de ambos sindicatos abandonar las instalaciones a marchas forzadas. Había peligro de derrumbe inminente. Los técnicos detectaron importantes daños estructurales por la presencia de «carbonosis» en los pilares que amenazaban con colapsar. Las posteriores catas confirmaron los peores pronósticos.

El hierro de las armaduras presentaba un grado tal de oxidación que había producido fisuras en el hormigón. Frente a este diagnóstico técnico el Ayuntamiento de Elda emitió un expediente de declaración de ruina urgente, que llevaba aparejada la obligación de demoler la histórica sede sindical.

El Ministerio decidió entonces subastar el bien, únicamente el solar porque el inmueble se suponía era irrecuperable, por un precio de partida de 492.021 euros. Los fondos obtenidos iban a tener por destino adquirir una nueva sede para ambas organizaciones sindicales. Al tratarse de Patrimonio Sindical Acumulado de titularidad estatal, las direcciones de los dos sindicatos solo iban a tener que hacerse cargo de sufragar los impuestos y los gastos de mantenimiento, tal y como venían haciendo.

Enajenación

Segipsa, la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio, emitió en el año 2007 el pliego de las bases que rigió la enajenación mediante una subasta pública de quince fincas registrales del Estado. Entre ellas figuraba la sede sindical eldense, que ocupa una superficie de 243 metros cuadrados. La puja se celebró en Madrid en mayo de 2007 y el edificio lo adquirió una constructora que, sin embargo, quebró antes de proceder a su derribo. Este contratiempo hizo que en 2009 el bien volviera a ser subastado y de este modo la CNT pudo adquirirlo en su totalidad por 300.000 euros, siendo años más tarde vuelto a vender.

Así, estos contratiempos han impedido abordar una actuación en este edificio pese al peligro que supone mantener en pie un inmueble inestable de cuatro alturas en pleno centro de la ciudad. Sus puertas permanecen cerradas y el interior apuntalado, alertando desde hace años vecinos de la plaza Sagasta, Dahellos y calles adyacentes del deterioro que sufre la cubierta y la fachada.

En noviembre de 2012, tras producirse un accidente en el edificio al caer una persona por el hueco del ascensor, desde el equipo de gobierno del PP se aseguró que el Ayuntamiento no tenía ninguna responsabilidad ni competencia en el tema. El edificio era privado -de la CNT entonces- y en la concejalía de Urbanismo no constaba ningún expediente sobre el mismo. Así se indicó a este diario. Formulada esa misma pregunta al equipo de gobierno del PSOE en 2021, desde la concejalía de Urbanismo se respondió que los técnicos estaban recopilando toda la documentación para estudiar el caso y adoptar las medidas oportunas. Y casi cuatro después, se ha logrado una solución a la peligrosa situación de este edificio.

Hay que recordar que el responsable del bar La Torre, Andrés García, estuvo 12 años regentando su negocio en régimen de alquiler en la planta baja hasta 2006. En la reforma del local invirtió 130.000 euros pero tras el desalojo nadie lo indemnizó, e incluso perdió muebles y equipamiento.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents