El silencio en el cielo: vencejos en peligro
Las nuevas construcciones, junto con la rehabilitación de edificios históricos, están poniendo en jaque a los vencejos, unas aves migratorias que cada año regresan fielmente a los mismos lugares para anidar. Los ejemplares encuentran recovecos de los tejados y paredes taponados o destruidos, lo que amenaza seriamente su supervivencia en el entorno urbano
En dos meses, los cielos de Monóvar se llenarán de vida con la llegada de los vencejos (Apus apus) desde África, marcando con su característico piar la proximidad del buen tiempo. Sin embargo, estas aves migratorias, que regresan cada año para reproducirse a lo largo del territorio nacional, se encuentran cada vez con más obstáculos para anidar. Las nuevas construcciones, junto con las rehabilitaciones de edificios históricos, están eliminando los recovecos donde estas aves tradicionalmente depositan los materiales para construir sus nidos y criar a sus polluelos.
El grupo naturalista Heliaca de Monóvar, a petición del Ayuntamiento, ha realizado un estudio para analizar la situación de las aves urbanas del municipio, con especial atención a los vencejos y los aviones comunes. Este trabajo responde a una denuncia presentada por una asociación ecologista ante la Generalitat por la rehabilitación del antiguo convento de los Capuchinos, un lugar emblemático donde los vencejos solían establecer sus nidos. El estudio revela que, durante el último año, se han identificado en el casco urbano de Monóvar un total de 578 nidos de avión común y 471 de vencejo.
Los vencejos tienden a anidar en huecos de tejados y paredes en la parte más antigua del casco urbano, mientras que los aviones comunes prefieren construir sus nidos de barro en las fachadas de edificios más modernos. Las principales colonias de vencejos en Monóvar se encuentran en la iglesia, la ermita y el castillo, lugares que aún conservan las características necesarias para que estas aves puedan reproducirse con éxito.
A pesar de ello, los ecologistas alertan de que la población de vencejos está disminuyendo de manera preocupante en los últimos años. La causa principal de este declive es la destrucción de sus lugares de cría, que ocurre frecuentemente durante las obras de rehabilitación o restauración de edificios, cuando se modifican los tejados y se eliminan los nidos. Además, el uso de técnicas de aislamiento en construcciones modernas está sellando los huecos donde estas aves solían anidar.
Los vencejos son especialmente vulnerables a estos cambios debido a su gran fidelidad a los lugares donde crían, lo que les dificulta encontrar nuevos espacios para establecerse. Sus nidos suelen ubicarse en huecos bajo las tejas, en murallas, paredes antiguas o incluso en medianeras, aunque raramente utilizan otros espacios como huecos de persianas. Por su parte, el avión común también enfrenta problemas debido a la destrucción de sus nidos de barro. En muchos casos, estos son eliminados sin miramiento por personas que alegan molestias causadas por los excrementos de las aves, aunque esta práctica, recierdan desde Heliaca, está prohibida sin autorización administrativa.
Medidas
Los expertos en conservación subrayan la importancia de adoptar medidas para proteger a estas especies, ya que su desaparición tendría un impacto significativo en el ecosistema urbano. Para minimizar los efectos negativos, consideran esencial evitar la concesión de licencias de obra durante la época reproductora, que se extiende de finales de marzo a finales de septiembre. También es crucial fomentar el uso de tejas árabes o tradicionales durante las rehabilitaciones, ya que estas permiten crear huecos adecuados para que los vencejos aniden sin dañar las estructuras de los edificios.
Además, proponen la instalación de nidos artificiales en tejados cercanos a las colonias afectadas, especialmente en aquellas zonas donde las construcciones modernas no ofrecen refugios adecuados. De la misma forma, el grupo naturalista Heliaca de Monóvar tiene previsto lanzar próximamente una campaña de concienciación tanto en el municipio como en toda la comarca. El objetivo será evitar que actuaciones como las obras anunciadas esta semana para rehabilitar el castillo de Petrer, que incluyen tareas de «consolidación de grietas», puedan poner en peligro los nidos de vencejos que habitan en el lugar.
Proteger a los vencejos y a los aviones comunes es fundamental para preservar la biodiversidad de Monóvar y garantizar que su piar continúe marcando la llegada de la primavera en el municipio. De no hacerlo, se corre el riesgo de que su vuelo se apague y su canto desaparezca, dejando un silencio en el cielo primaveral que sería imposible llenar.
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