La alcaldesa de Petrer, "preocupada" por el incremento de multas de la Policía Local a la ciudadanía

La alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, ha manifestado públicamente su "preocupación" por el notable incremento de multas que, en los últimos meses, han recibido numerosos vecinos de la localidad por parte de la Policía Local.

A través de un vídeo publicado en la red social TikTok, Navarro ha calificado algunas de estas sanciones de "extremadamente rígidas" y ha asegurado que "esa contundencia está asfixiando a la ciudadanía".

La primera edil habla incluso de un "crecimiento exponencial" en la emisión de multas y ha animado a la población a presentar quejas en el Ayuntamiento si consideran que la actitud de algún agente ha sido inapropiada.

Respuesta sindical

Estas declaraciones han generado una respuesta inmediata por parte del Sindicato de Empleados Públicos (SEP-CV), que representa a los trabajadores de la Policía Local. Desde la organización sindical aseguran no entender la postura de la regidora, y advierten de que este tipo de mensajes pueden generar "miedo e inseguridad jurídica" entre los agentes, quienes, según recalcan, simplemente están "desarrollando su trabajo conforme a la normativa".

El SEP-CV apunta además a problemas internos en la plantilla como posible causa del malestar general. Denuncian una importante falta de personal en la Policía Local de Petrer, lo que estaría provocando una sobrecarga laboral que afecta tanto al funcionamiento del servicio como al clima interno. "Hay compañeros que se marchan a otras plantillas porque no están conformes con la situación actual. Las vacantes llegan a tardar hasta cuatro años en cubrirse", explican. A esto se suma, añaden, la falta de recursos y un "ambiente laboral deteriorado".

Posible manifestación vecinal

En paralelo, más de una veintena de vecinos han comenzado a movilizarse ante lo que consideran una "avalancha" de multas injustificadas. Denuncian que la situación se ha intensificado en las últimas semanas y que muchas sanciones se están aplicando con excesiva severidad, generando tensión entre la ciudadanía.

El portavoz de este grupo, Francisco Blanco, vecino de la localidad, asegura que se sienten "chantajeados" por la actuación de algunos agentes. Según su versión, las multas estarían siendo utilizadas como herramienta de presión para lograr ciertas reivindicaciones laborales. "Estamos valorando convocar una concentración frente a la comisaría para plantar cara a esta situación que estamos viviendo muchos vecinos", ha afirmado.

Blanco ha sido multado en dos ocasiones recientemente, y considera ambos casos como injustificados. El primero se produjo por aparcar en el vado de una ferretería donde suele comprar material para su trabajo. Asegura que los propietarios le permiten estacionar allí y que, de hecho, ese día salieron a pedir a los agentes que no lo multasen. Sin embargo, la sanción se impuso igualmente. "La actitud del policía fue prepotente y chulesca", denuncia Blanco, quien ha presentado una queja formal ante el Ayuntamiento por estos hechos.

"¿Antes no hacían su trabajo?"

La segunda multa tuvo lugar en una zona amarilla frente a un colegio, donde, según indica, los vecinos han aparcado "durante 25 años sin problemas". Explica que estacionó el vehículo de noche, con la intención de retirarlo antes del inicio de la jornada escolar. Sin embargo, también fue sancionado. "Si estaba prohibido toda la vida, ¿qué significa? ¿Que antes no hacían su trabajo?", se pregunta el afectado.

La situación ha puesto sobre la mesa un conflicto que mezcla malestar ciudadano, tensiones internas en el cuerpo policial y una creciente inquietud institucional, en un escenario donde vecinos, agentes y Ayuntamiento buscan respuestas ante un fenómeno que ha ido escalando en las últimas semanas.

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