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El arma de doble filo de las consellerias de Compromís

La coalición encara la campaña para las elecciones del 28-A enredada por la gestión en los departamentos que arrastran más polémicas de la Generalitat

Oltra, ayer en Elda.

El día que Vicent Marzà habló sobre plurilingüismo se enredó en su primer gran problema sobre el valenciano. A partir de ahí, el conseller de Educación no ha dejado de llevarse sobresaltos por la crítica de una parte de la sociedad y los varapalos en los tribunales. No ha sido el único departamento a manos de Compromís que se ha visto salpicado por las polémicas en la gestión. También Servicios Sociales, a cargo de la vicepresidenta Mónica Oltra, o Agricultura, como quedó demostrado el martes en Altea con la protesta por los afectados por la xylella, han sufrido fuerte desgaste. Tres grandes áreas dirigidas por responsables de la formación en la Generalitat que les han generado más de un quebradero de cabeza y que, sin duda, están lejos de quedar en asuntos menores porque, además, son elementos que golpean a la decisiva campaña electoral que Compromís encara con la intención de volver a tener un papel clave y con fuerza en una segunda reedición del Acord del Botànic tras el 28-A.

En la cúpula de la formación presumen de buena salud electoral, precisamente, gracias a la decisión de asumir grandes áreas del Consell. En Educación, por ejemplo, la legislatura ha estado marcada por el plurilingüismo de Marzà y su polémica con la educación concertada. En la política social por las listas de espera e impagos a determinados colectivos como los centros de menores gestionadas por Mónica Oltra en un pulso con la conselleria de Hacienda en la que mandan los socialistas. Y en agricultura, con la «verde» Elena Cebrián a la cabeza, con el mencionado caso de la xylella centrado en la provincia, la zona electoralmente más floja para Compromís. El conseller de Economía, Rafa Climent, aún con conflictos como el de los horarios comerciales, o el de Transparencia, Manuel Alcaraz, con un departamento pequeño y de nuevo cuño, han tenido un mandato más cómodo.

Víctimas, quizá, de haber querido acaparar políticas sociales que arrastraban una mochila cargada de peso, algunas de las consellerias más conflictivas y que más presión han soportado en los últimos cuatro años han puesto en cuestión la gestión de una coalición que quiere consolidar el proyecto que se inició en 2015. En esta carrera de obstáculos nadie le gana a Vicent Marzá -ahora número uno por Castellón pero sin presencia política en la provincia durante esta campaña- en la nómina de protestas en su contra durante la legislatura. Colectivos de diferentes puntos de la provincia se han quejado contra el decreto de plurilingüismo que quiso implantar en los centros educativos. Grupos de padres atacaron al conseller exigiendo más inglés y menos valenciano. El modelo lingüístico llegó al TSJ, que llegó a decretar su suspensión cautelar. Finalmente, Marzà consiguió sacar adelante el Plurilingüismo por ley, aunque no su objetivo de convencer a toda la ciudadanía de sus ventajas. Los cambios introducidos por Educación sobre el régimen de las aulas concertadas se han convertido también en otro de los talones de Aquiles del conseller con resoluciones judiciales en su contra.

Pero la conflictividad no solo ha planeado en las aulas de Marzà, sino que Mónica Oltra también la ha vivido de cerca al mando de la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Las listas de espera por la dependencia, pese a haberse reducido, siguen siendo su principal caballo de batalla, así como los retrasos en pagos a determinados colectivos sociales como los centros de menores, discapacitados o mayores de la Comunidad. Muchas de estas entidades han responsabilizado a Oltra de la situación de asfixia que han sufrido a la hora de ofrecer los servicios a los usuarios e incluso han sido los propios afectados quienes han tenido que hacer frente a los gastos ordinarios. Y en ese círculo de confrontación también ha entrado el área de Agricultura y su consellera Elena Cebrián. Representantes del sector han denunciado su indiferencia hacia los problemas agrícolas de la provincia. En este sentido, fue este mismo martes cuando el actual portavoz de Compromís en el Congreso y cabeza de lista por Valencia para las elecciones del 28-A, Joan Baldoví, fue increpado en Altea antes de un mitin por afectados por la plaga de la Xylella que le acusaron de ignorar sus reivindicaciones y le lanzaron una lluvia de almendras. También estuvo presente Mónica Oltra, quien fue recibida con pitos y gritos por los agricultores, que le echaron en cara que ningún miembro del Ejecutivo autonómico se haya acercado a ver las zonas afectadas.

Gerard Fullana, portavoz de Compromís en la Diputación y hombre fuerte de la coalición en la provincia, reconoce que se trata de consellerias muy complicadas y que generan conflicto pero también «las banderas más importantes del gobierno valenciano y por lo tanto las que han puesto de manifiesto nuestra capacidad de gestión». Fullana admite coloquialmente la existencia de muchos «marrones» de gestión, pero en su línea argumental quiso dejar claro que «en el cómputo global se ha demostrado que la situación está mucho mejor que en 2015 y que los recursos se han multiplicado».

El portavoz de Compromís en la Diputación destacó logros de Marzà por la gratuidad de libros o las becas universitarias. Y los avances sociales de Oltra con más ayudas y menos espera: «La gente puede ver que hay problemas pero ni de lejos los que había cuando el PP estaba, son las áreas donde más se ha notado el cambio», según Fullana. De cara a la próxima convocatoria electoral, la formación considera que los departamentos que ha gestionado son los que más influencia han tenido en la vida real y, por ende, los que más presencia le han dado en la sociedad. Está por ver el impacto de la decisión adoptada por Compromís al querer asumir estas competencias y, por tanto, comprobar si la «valentía» -su lema de campaña en 2015- ha supuesto un lastre o si finalmente aportará a réditos electorales en positivo.

Oltra inicia en Elda su ruta por los grandes núcleos castellanoparlantes

La vicepresidenta y candidata de Compromís a la Generalitat, Mónica Oltra, visitó ayer Elda para dar su respaldo a las candidaturas comarcales de cara a las elecciones generales y autonómicas del próximo 28 de abril. Oltra visitó el Museo del Calzado de Elda, su primer acto camino del 28-A en una ciudad castellanoparlante, acompañada los candidatos de la provincia, Aitana Mas e Ignasi Candela, ayer de ruta por los municipios de la comarca del Medio Vinalopó.

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