Las diferencias se acrecientan entre los socios del Consell del Botànic. La competencia por pescar votos en el bloque de izquierdas ha generado una nueva brecha en la relación abierta entre los socialistas y Compromís, en esta ocasión por la infrafinanciación de Madrid a la Generalitat. Esta crisis se ha enquistado y tiene pocos visos de salir adelante antes de la convocatoria de los comicios del 28 de abril. Lejos de llegar a un acuerdo, la disputa dialéctica que ha agitado la precampaña electoral vivió ayer un nuevo episodio cuando el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, llevó el asunto a Madrid y exigió los 3.000 millones que se deben a la Comunidad por los retrasos del Fondo de Liquidez Autonómica. Acusó a Pedro Sánchez de «ahogar» la política social, en un claro intento de marcar distancias y de querer desgastar a los socialistas de cara a la cita del próximo 28-A.
Compromís considera que la decisión de Madrid de cortar el grifo puede tratarse de una maniobra electoral del PSOE para generar protestas contra las áreas de gobierno de gestiona. Baldoví lo calificó como «una actuación miserable» y «una cloaca presupuestaria». El parlamentario criticó ayer con dureza a los socialistas al manifestar que «no votamos presidente a Pedro Sánchez para que hiciera lo mismo que Rajoy respecto a la financiación de la Comunidad» para seguidamente apostillar que «estamos hablando del sufrimiento de personas que no pueden descontar facturas, de autónomos y de empresas que no tienen crédito, de las que se dedican a los servicios sociales y culturales». También el cabeza de lista por Alicante de Compromís al Congreso, Ignasi Candela, se unió a este pulso electoral e incidió en los problemas que está generando la infrafinanciación en la Comunidad, precisando que «Pedro Sánchez no ha hecho nada por remediarlo».
Las posiciones entre los socios del Botànic chocan frontalmente porque los socialistas han optado por rebajar el tono desde que llegaron a la Moncloa. Con estos hechos, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que el FLA no está tardando más que otros años en llegar a la Comunidad, aunque exigió que estos recursos lleguen «lo más rápidamente posible». Puig justificó los plazos -«ha llegado todos los años en mayo o junio», dijo- pese a las dificultades que han generado en distintos colectivos sociales como los centros de menores. Fuentes socialistas descartaron un boicot a Oltra y destacaron que los pagos de ese departamento en enero y febrero han pasado de 40,8 millones en 2016 a más de un centenar durante el actual ejercicio.
