Todo en el aire. Con incertidumbre arranca la campaña del 28M en la Comunidad Valenciana, un proceso electoral en el que se vivirá una batalla de bloques que determinará si se produce una tercera versión del Botànic o si llega un cambio de rumbo y el control de la Generalitat pasa a manos del Partido Popular y Vox. Todas las encuestas coinciden a la hora de señalar que la partida se presenta de lo más reñida y que se decidirá por muy poco margen, lo que augura unos días muy intensos, cargados de actos y nervios, a la caza del voto de los indecisos que pueda decantar las elecciones autonómicas.

Al margen de la tónica general de la igualdad, hay una serie de factores que se antojan cruciales. El primero de ellos es el de la movilización. Ambos bloques apelan a ella, sobre todo desde la izquierda, en la que se considera que es fundamental que la alianza Unides Podem supere la barrera del 5% y mantenga su representación en las Cortes Valencianas para que puedan seguir gobernado junto a sus socios de los últimos ocho años, el PSPV-PSOE y Compromís. El PP, por su parte, intenta aprovechar el desgaste habitual que producen los años en el poder y ensanchar su espacio, sobre todo en la provincia de Alicante, un territorio en el que, por ejemplo, su candidato, Carlos Mazón, ha hecho muchos esfuerzos por Elche. En caso de triunfo, los sondeos señalan que irán de la mano de Vox, por lo que será relevante que expliquen cómo harán el encaje con la ultraderecha. Quien tiene prácticamente imposible superar el listón del 5% es Ciudadanos. Colonizar el espacio que dejen los liberales también será crucial. El trasvase desde los naranja hacia el PP ha sido una constante estos meses. El candidato socialista a la reelección, Ximo Puig, por su parte, ha tendido la mano en su discurso hacia los votantes moderados y de centro.

Making-of de la visita a INFORMACIÓN de los candidatos a las Cortes Valencianas

Los candidatos a las Cortes Valencianas en 2023 pasaron por INFORMACIÓN Jose Navarro

Política nacional  

Lo que acontezca en las próximas semanas tendrá repercusión en la política nacional, con las elecciones generales previstas a final de año, en las que se producirá el duelo entre el socialista Pedro Sánchez y el popular Alberto Núñez Feijóo. En este sentido, el PSPV y el PP también han seguido estrategias distintas. Mientras los del puño y la rosa centran su campaña en la gestión de Puig, y solo contarán con la presencia del presidente del Gobierno durante la campaña un día, el 20 en València, los populares vinculan más su discurso a las cuestiones nacionales y la presencia de Feijóo junto a Mazón para darle respaldo será mayor.

Compromís, por su parte, hace gala de la proximidad a la hora de dar a conocer su estrategia de campaña, reivindica que sus jefes no están en Madrid y se ofrece como la alternativa para poner solución a los problemas de los valencianos. La coalición también mantiene una batalla con Unides Podem por el apoyo de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ha tenido que hacer un encaje de bolillos para buscar contentar a las dos formaciones. La mayor evidencia de ello es que el día 24 hará campaña con los morados en Alicante y, un día después, coincidirá con Compromís en València.

Las tensiones internas entre los tres partidos del Botànic y el ruido que genera la política española son factores en contra de la izquierda. Frente a ello, el PSPV defiende estabilidad y gestión, lo que personifica en la figura de Puig, argumenta que todos los parámetros económicos y sociales señalan que en la Comunidad Valenciana se vive mejor ahora que cuando ellos entraron al Gobierno, hace ocho años, ponen en valor como uno de los grandes logros alcanzados en los últimos tiempos la llegada de la gigafactoría de baterías de Wolkswagen y preguntan a los ciudadanos si quieren seguir apostando por su proyecto o regresar a los tiempos en los que la autonomía protagonizaba grandes escándalos de corrupción que hundían su reputación por los suelos.

Bloque de izquierda

Preguntados los cabeza de lista autonómicos de Alicante por las claves que decidirán la contienda a nivel provincial, la número uno del PSPV, Josefina Bueno, destaca que desde el Gobierno de Puig se ha hecho un trabajo sin precedentes por la vertebración de los territorios del sur de la Comunidad Valenciana. El candidato socialista ha centrado buena parte de sus esfuerzos en la Vega Baja, una comarca que reclama agua y que tendrá un papel activo para decantar el tablero. En el PSPV también destacan otros proyectos, como Ciudad de la Luz o Distrito Digital, como aval para ganar.

Su principal socio, Compromís, a través de su número uno, Aitana Mas, apunta que en el 28M se decidirá el futuro autonómico de los próximos quince años, en alusión a las medidas para afrontar la emergencia climática o apuntalar los servicios sociales. Unides Podem, por su parte, en su intento de superar la barrera del 5%, señala que sus políticas son más valientes aún que las de los valencianistas y que ellos son los verdaderos artífices de la transformación social.

Bloque de derecha

Desde la derecha se plantea lo contrario: un cambio de rumbo en la Comunidad Valenciana. El principal abanderado de este eslogan es el candidato popular, un Mazón que aspira a convertirse en el primer presidente de la Generalitat que concurre por Alicante. La rebaja fiscal o la defensa del trasvase Tajo-Segura son algunas de las principales ideas de su discurso, en el que también enarbola banderas sociales como las de la sanidad, la educación o la vivienda, esta última una de las grandes cuestiones en torno a las que pivota el debate político. 

Vox aspira a formar parte del Gobierno y su cabeza de lista en Alicante, Ana Vega, advierte a los populares de que no lo quieren hacer como meros acompañantes, sino que reclamarán competencias. Por último, Cs aspira a que su proceso de refundación le alcance para no desaparecer del mapa. Todas estas incógnitas se resolverán en las urnas, con la única certeza de que la campaña arranca con todo en el aire. 

Objetos con los que se identifican los cabeza de lista autonómicos

Los candidatos que encabezan las listas autonómicas por la provincia han participado en una sesión fotográfica de INFORMACIÓN, en la que han posado con un objeto con el que se identifican. La socialista Josefina Bueno apuesta por un mapa de la provincia. El popular Carlos Mazón se decanta por la biografía de Miguel Hernández. José Miguel Saval, de Cs, posa con un botijo, como sinónimo de la falta de agua. La cabeza de lista de Compromís, Aitana Mas, opta por un libro infantil, con la intención de lanzar un mensaje de futuro. La candidata de Vox, Ana Vega, emplea una red de pesca como apoyo al sector primario. Y Alejandro Aguilar, de Unides Podem, pone el acento en la emergencia habitacional con unas llaves.