PERFIL

Carmen Robledillo, una jiennense con raíces en Florida Portazgo

La alcaldable de Vox en Alicante nació en Jaén, aunque desde los cinco meses vive en Alicante

La alcaldable de Vox en Alicante, Carmen Robledillo, en la plaza Topete, en Alicante

La alcaldable de Vox en Alicante, Carmen Robledillo, en la plaza Topete, en Alicante / Jose Navarro

C. Pascual

C. Pascual

Carmen Robledillo Sánchez nació un 2 de febrero, como Gerard Piqué y Shakira, pero en su caso de 1972 y en Jaén. Sin embargo, cuando apenas tenía cinco meses de vida, aún sin recuerdos, su familia, todos de origen andaluz, se estableció en Alicante en busca de mejores oportunidades laborales para su padre. En concreto, en el barrio de Florida Portazgo, donde cinco décadas después sigue viviendo. Ahora lo hace con su marido, un policía nacional, y su hija, una joven de 18 años. Dice que se siente alicantina de adopción y muy festera.

Es comisionada de Portazgo, donde ocupa desde hace cinco años puestos en la directiva. Sus hermanas -ella es la del medio- fueron dama y belleza. Ella no. «Tengo esa espinita», reconoce. De niña estudió en el colegio Virgen del Rosario, donde años después se casó con un asturiano. «En ese barrio crecí y ahí sigo. Me encanta pasear por sus calles, comprar en sus comercios, tomarme algo en sus bares», prosigue la alcaldable, quien admite que le gusta hablar mucho con la gente. Se nota.

De pequeña ya dijo en casa que de mayor sería abogada, y eso que no había antecedentes. «Lo comentaba cuando pasábamos camino de Finestrat, donde una tía mía tenía una finca, por unos juzgados de Benalúa que estaban en construcción. Mis padres se miraban y se reían, aunque siempre he tenido vocación de ayuda a la gente», relata. Apenas tenía doce años.

Tras su paso por el Figueras Pacheco, se matriculó en Derecho en la Universidad de Alicante. Cursada la carrera, su padre le propuso que opositase a fiscal, pero ella prefirió ejercer. Fue pasante y ahora tiene despacho propio frente a esos juzgados que vio crecer, casualmente en el mismo edificio donde tiene su despacho un exalcalde, el socialista Gabriel Echávarri.

El tiempo libre dice que le gusta pasarlo con su familia, y pone énfasis en sus hermanas. «Son mis mejores amigas», apunta. Pero también le gusta el mar, pasar horas en la playa, y leer. Que le gusta la moda se ve a simple vista. También es muy llorona y habitual de Santa Faz, su «refugio». «Me crea paz. Puedo pasarme una hora rezando en la capilla, con mi marido», señala una devota que ha hecho la romería descalza en más de una ocasión.

Su aterrizaje en la política admite que no estaba previsto, aunque recuerda noches electorales con su padre, esperando los resultados. Este 28M no será posible, porque falleció hace unos años, aunque sí contará con el apoyo de su madre.