Las lluvias abren otro interrogante con la movilización del voto el 28M

Las formaciones políticas tratan de activar a sus electores ante el temor de que en el actual contexto de empate técnico entre la izquierda y la derecha la previsión de precipitaciones puedan restar participación y condicionar los resultados

Un vecino de Alicante pasando con su paraguas por delante de un panel con carteles electorales durante este temporal de lluvias.

Un vecino de Alicante pasando con su paraguas por delante de un panel con carteles electorales durante este temporal de lluvias. / Alex Domínguez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

En unas elecciones autonómicas en las que las encuestas dibujan un escenario de empate técnico entre la izquierda y la derecha y en las que todo apunta a que el Gobierno de la Generalitat se va a decidir por un puñado de votos, se ha sumado un nuevo elemento que añade más incertidumbre si cabe a los resultados. Y ese no es otro que la previsión de lluvia, que amenaza con restar participación y convertirse en un elemento decisivo para decantar la balanza hacia un lado u otro. De ello son plenamente conscientes las diferentes formaciones políticas, que van a tratar de movilizar a sus electores en esta recta final de la campaña con la finalidad de que nadie se quede en casa y evitar sorpresas indeseadas.

Prácticamente no había caído ni una sola gota desde principios de año, y de ello, en plena polémica por los recortes en el trasvase del Tajo-Segura, que ha marcado en gran parte el debate electoral, estaban dando fe los agricultores de la provincia, desesperados por el impacto que tenía esta situación de sequía en sus respectivas cosechas. Pero la coincidencia ha querido que, después de tantos meses de carestía, las lluvias hayan irrumpido de forma intensa justo en la recta final de la campaña, en una dinámica que, todo parece indicar, se puede mantener también el próximo domingo, justo el día de las elecciones.

El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, señala que se va a formar una segunda DANA que va a afectar, sobre todo, al centro y al oeste peninsular, pero que deja un rastro de inestabilidad también en el litoral mediterráneo que puede causar la formación de tormentas desde el viernes hasta el domingo inclusive. Se trata, según sus palabras, de un tipo de situaciones para las que hay que hacer un seguimiento diario e incluso horario. De momento, con todo, se puede decir que el tiempo se presenta incierto el domingo, aunque todavía no se puede determinar si será una jornada lluviosa o no.

La simple amenaza, en cualquier caso, ya ha levantado las alarmas en las diferentes formaciones políticas, conscientes como son de que cualquier despiste de sus respectivos votantes potenciales puede tener consecuencias determinantes. 

La encuesta realizada por Invest Group para los diarios de Prensa Ibérica en la Comunidad Valenciana (INFORMACIÓN, Levante-EMV y Mediterráneo-El Periódico de Castellón), publicada el pasado domingo, pronostica que el Botànic podría mantener el Gobierno una tercera legislatura, aunque por un solo diputado, concretamente 50 frente a 49, en función de la participación. El escaño en disputa, en concreto, se sitúa en Valencia, y pugnarían por él PSPV, Unides Podem y Vox. La misma encuesta resalta que la clave de la victoria para la izquierda estaría en la participación, y, en concreto, en que se sitúe por encima del 71,5%, según las predicciones de este mismo estudio.

Hay que reseñar, en este sentido, que la participación en los comicios autonómicos anteriores se ha movido justo alrededor de esa cifra, si se atiende a los porcentajes de abstención. En 2019, sin ir más lejos, se quedó en el 26,3%, aunque desde el inicio de la democracia ha oscilado entre el 24% de 1995 y el 32,2% de 1999.

Decisivo

Así que cualquier ligera variación que se pueda registrar se antoja decisiva para los resultados que se obtengan el próximo domingo, de ahí que los pronósticos meteorológicos se hayan convertido en una seria amenaza a tener en cuenta. Carlos Gómez Gil, sociólogo y profesor de la Universidad de Alicante (UA), considera que el mal tiempo puede afectar a la participación, aunque en similares términos a como lo haría un día de sol espléndido. Según indica, «si llueve habrá gente que decida quedarse en casa, pero, si sucediese lo contrario, también habría personas, y no pocas, que optarían por marcharse a la playa o irse fuera a disfrutar del fin de semana. Así que no sabría decir que puede resultar más desmovilizador, si una cosa u otra».

Gómez Gil también destaca que, si finalmente acaba lloviendo, todo dependerá de la intensidad. «No es igual que venga una DANA o que la lluvia caiga con poca intensidad, porque puede resultar hasta agradable después de tanto tiempo de sequía», enfatiza el experto.

El profesor de la UA, en cualquier caso, considera que, si finalmente la lluvia es lo suficientemente intensa, actuará de manera disuasoria básicamente para aquellas personas que no tengan un especial interés por votar o que tampoco tengan claro a favor de quién hacerlo. «La gente que tenga interés -explica- irá de una manera u otra. El problema puede estar en la gente desmotivada, que puede acogerse a cualquier excusa para quedarse en casa».

Este porcentaje de electores, de cualquier forma, no es ni mucho menos pequeño. Se calcula que hay un 30% de votantes que no deciden hasta la última semana a qué formación política entregan su voto. Se trata de un grupo nada desdeñable, que en este contexto de resultados tan ajustados puede tener una importancia decisiva para concretar el color del Gobierno autonómico. De presentarse un domingo marcado por las precipitaciones, una parte notable de este colectivo podría decidir no acudir a los colegios electorales.

Otro sector de la población que podría verse condicionado por el mal tiempo es el de las personas mayores, que optarían en parte por quedarse en sus domicilios por motivos de salud. Gómez Gil, de cualquier forma, vuelve a hacer referencia en este punto a la intensidad de las precipitaciones. «Si llueve mucho y de forma permanente, está claro que les va a disuadir, pero, en caso contrario, saldrán a votar, porque son personas muy de costumbres fijas, que seguramente aprovecharán su paseo matutino o la salida de misa para depositar su papeleta en las urnas», pronostica.

Sea como fuere, lo cierto es que el conjunto de las formaciones políticas ya han levantado las orejas ante lo que pueda terminar pasando este domingo, tanto las de izquierda, a las que conviene elevar al máximo la participación, como a las de derecha, que no quieren perder ni un solo voto de sus potenciales electores. 

Llamamiento

El responsable de campaña del PSPV, Miquel Soler, opina de manera muy parecida al profesor de la UA, en el sentido de que no sabe si resulta más perjudicial una jornada lluviosa u otra en el que el buen tiempo, a las puertas del verano, invite a asomarse a las playas. También pone el acento en que va a depender de si llueve todo el rato o no. En todo caso, lo que tienen muy claro en las filas socialistas es que poco pueden hacer ante las inclemencias meteorológicas, y que lo que sí está en su mano es realizar un llamamiento a la participación activa, movilizando, sobre todo, a sus votantes, para que sea posible formalizar un tercer Botànic que se sitúe al frente de nuevo de la Generalitat Valenciana. El consuelo, apunta Soler, es que, si termina precipitando, afectará a todos los partidos por igual.

En parecidos términos se expresa Alberto Ibáñez, también jefe de campaña, pero en este caso de Compromís. Eso sí, la formación valencianista le concede una importancia máxima al nivel de participación, hasta el punto de que ya está diseñando un final de campaña en el que uno de los elementos centrales de su discurso va a pasar por tener en máxima tensión a sus electores. De hecho, está previsto que lancen un vídeo a través de las redes sociales con el mensaje de que los avances y los derechos conquistados en estas dos últimas legislaturas no pueden quedar en papel mojado. La opinión de Compromís es que las oscilaciones que se puedan registrar en la participación a causa de la lluvia pueden ser de medio punto como máximo, aunque se trata, señala Ibáñez, de un porcentaje que no hay que desdeñar en las actuales circunstancias de empate técnico.

La tercera formación de izquierdas involucrada es Unides Podem, precisamente la que desde un primer momento está intentando obtener los máximos apoyos posibles, teniendo en cuenta que algunos sondeos ponen en duda que vaya a alcanzar el 5% mínimo de apoyos que se necesitan para tener representación en las Cortes Valencianas. El encargado de la campaña, César Lledó, reitera su confianza en superar estos votos, aunque también es consciente de que la lluvia puede terminar afectando a la participación. En este sentido, resalta que en los actos que restan de campaña van a continuar movilizando a su base electoral y haciendo un llamamiento para que la gente acuda en masa el domingo a los colegios.

Menos preocupados se muestran en las filas del PP. El responsable del operativo electoral, Miguel Barrachina, está convencido de que el mal tiempo no va a variar el resultado, teniendo en cuenta, destaca, la ilusión de cambio que han percibido entre sus electores. Esas excusas, añade, son de otras formaciones políticas, en referencia al PSOE, del que dice que cambió el acto central que tenía programado en València para ponerlo a cubierto, mientras que ellos arriesgaron y llenaron la plaza de toros. En cualquier caso, subraya que su partido está tratando de movilizar desde antes del inicio de la campaña, y que va a continuar haciéndolo también en esta recta final.

Por parte de Ciudadanos, su coordinador provincial, Juan Ignacio López-Bas, no duda a la hora de señalar que las lluvias pueden condicionar, aunque no sabe cómo llegará a traducirse en los resultados que pueda conseguir tanto su formación política como las demás. De cualquier forma, los naranja van a apelar a la movilización del voto, tanto en los actos que les quedan pendientes como también a través de las redes sociales.

Desde Vox, la candidata autonómica por Alicante, Ana Vega, tiene mucha confianza en su electorado, sobre la base de que la fidelidad, asevera, ronda el 85%. Con todo, también es partidaria de animar a la gente a votar, convencida de que hace falta un cambio en la Generalitat Valenciana y que hay que echar a la izquierda.