Así es como se cuentan los votos en las elecciones municipales de Alicante

Este sistema de cálculo electoral asigna los representantes en proporción al número de habitantes

Una persona deposita su voto en las urnas

Una persona deposita su voto en las urnas / Pilar Cortés

C. D. / EP

La Ley d'Hont, el sistema electoral de cálculo vigente en España, vuelve a estar en el centro de la polémica tal y como ocurre todas las elecciones ya sean elecciones municipales o elecciones autonómicas. Creado por el jurista belga Victor d'Hondt a finales del siglo XIX, este método divide el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción.

Lo que marca la Ley d'Hondt es que hay que dividir el número total de votos que ha recibido un partido por 1, 2, 3, 4 y 5, es decir, los cargos electos que se disputan en cada circunscripción. De todos los resultados obtenidos, los cinco diputados se asignan a las cinco cifras más altas, independientemente del partido que sean. Eso sí, para poder aspirar a obtener representación, hay que lograr un mínimo del 5% del total de los votos. En caso de empate, el escaño se le otorga a la formación con mayor número de votos, aunque esa posibilidad es muy remota ya que las cifras no suelen ser redondas.

Además, el número de representantes que se asignan a cada circunscripción también es proporcional al número de habitantes.

¿Qué consecuencias tiene la Ley d'Hont?

Lo que provoca la Ley d'Hont es que si un partido tiene repartidos sus votos en varias circunscripciones pueda obtener menos escaños que un partido con mucho apoyo en una sola provincia, como suele ocurrir entre un partido nacional como IU y otro autonómico como PNV.

Este reparto proporcional beneficia tanto a los grandes partidos políticos como a los partidos nacionalistas, aunque permite un acceso más sencillo a las formaciones más pequeñas, al contrario que con otros sistemas de proporcionalidad como el directo (que utilizan por ejemplo EEUU y Reino Unido), en el que la fuerza más votadas en cada circunscripción se lleva todos los escaños.