Pedro Sánchez dedicó gran parte de su intervención ayer en Alicante a recordar su cara a cara con Rajoy. «A de Arístegui, B de Bárcenas, C de Camps, D de De la Serna, E de Esperanza Aguirre» y así nombró a varios líderes del PP cuestionados o imputados añadiendo que «no quedan letras en el abecedario para definir la corrupción del PP». Por cierto, ante estas palabras, Aguirre anunció ayer por la tarde que interpondrá una demanda de protección del derecho al honor contra Sánchez «por haberla llamado corrupta».

En el mitin Sánchez reiteró sus críticas al candidato popular: «Un presidente como Rajoy que fue capaz de enviar un mensaje a Bárcenas debió dimitir ese mismo día», y dijo que «debemos hacerle dimitir con nuestros votos y que no siga siendo presidente». Interrumpido en ocasiones por gritos de «presidente, presidente» o intervenciones de algún simpatizante, Sánchez añadió que «yo entendí por qué Rajoy no fue al resto de debates, porque la reforma laboral, los recortes y su relación con Bárcenas no tienen defensa posible» y manifestó que «lo que nos jugamos el domingo no es solo el futuro de España, sino el de las próximas generaciones. Debemos decidir qué tipo de democracia queremos, porque yo quiero una persona libre al frente del Gobierno para luchar contra la corrupción, y Rajoy no lo es».

En este sentido apuntó que «no podemos tener un presidente atado por los papeles de Bárcenas» y dijo que «la gran diferencia entre Rajoy y yo es que hemos aprobado un convenio con Transparencia Internacional, porque la transparencia es fundamental para combatir la corrupción, y todos nuestros dirigentes hemos hecho públicas nuestras cuentas y las pude ver cualquiera con un click en el ordenador mientras que para conocer las cuentas el PP hay que preguntarle a Bárcenas». «Es normal que después del debate Rajoy se sienta incómodo, porque la verdad duele», añadió Pedro Sánchez.

El líder el PSOE abordó también en el mitin la financiación y afirmó «uno de mis principales deberes a partir del próximo 20 de diciembre será mejorar la financiación en la Comunidad Valenciana» y reiteró una vez más su máxima de esta campaña: «Si no se vota al PSOE le estaremos regalando cuatro años más a Rajoy», añadiendo que «es muy importante que ganemos porque si las derechas suman, gobernarán».

Durante su intervención, el candidato del PSOE afirmó que impulsará el cumplimiento de la Ley de Dependencia «frente a las mentiras de Rajoy», prometió la retirada del copago farmacéutico y dijo que «defendemos la subasta de medicamentos porque a quien exigimos que se ajuste el cinturón es a las empresas farmacéuticas y no a los enfermos». Por otra parte, se comprometió a derogar la reforma laboral y a aprobar una ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Antes de Sánchez, intervinieron en el acto el alcalde de Alicante y el presidente de la Generalitat. Gabriel Echávarri recordó el bombardeo fascista a la plaza del mercado y abogó por el cumplimiento de la ley de la Memoria Histórica, y recordó a la última víctima de violencia de género. Dirigiéndose a Sánchez manifestó: «Le dijiste a Rajoy lo que muchos queríamos decir» y señaló que «si por decirle que ha consentido la corrupción eres un macarra, yo también soy un macarra».

Por su parte, Ximo Puig señaló que «en la Comunidad Valenciana hicimos posible el cambio, y ahora tenemos un gobierno decente en la Generalitat que prioriza lo fundamental y que está trabajando para las personas». «Necesitamos que el cambio se produzca para tener un aliado en España que ponga esta tierra donde se merece», dijo Puig, recordando que «faltan 48 horas para que acabe la campaña y cada día avanzamos más, pero necesitamos que Pedro sea presidente».