Las dudas irrumpen en la campaña de Alicante con un cara a cara entre PP y PSOE

El nerviosismo se apodera del arranque de un camino hacia el 28M que se pensaban de trámite hace apenas unas semanas - El PP pretende consolidar su liderazgo con Barcala, mientras la izquierda, con Barceló al frente, aspira a recuperar la Alcaldía tras los sinsabores del tripartito

C. Pascual

C. Pascual

Con muchas novedades en los carteles electorales y dudas inesperadas en el resultado final. Nada parece decidido, o eso se transmite a ambos lados del espectro ideológico, a poco más de dos semanas de la cita con las urnas del 28M. Este viernes 12 de mayo, cuatro años después y con una pandemia de por medio, arranca una nueva campaña electoral en la ciudad de Alicante en la que solo repite un cabeza de cartel: el alcalde, Luis Barcala (PP), que aspira a reeditar por segunda vez el puesto de privilegio, tras cinco años de mandato local, cuatro de ellos -los últimos- con Ciudadanos como socio de gobierno. El resto de aspirantes a dirigir el Ayuntamiento estrenan «cargo», con la socialista Ana Barceló, exconsellera de Sanidad durante la pandemia, como la principal alternativa a Barcala en la lucha por la Alcaldía de Alicante. 

La recta final hacia las urnas del 28M, diecisiete días en los que se tiene que decir todo, arranca con una incertidumbre que ni se contemplaba hace apenas unas semanas, tras polémicas surgidas en el epílogo del mandato municipal, como la dimisión del concejal Manuel Jiménez (PP) por la discutible adjudicación de contratos menores a personas de su entorno de las Hogueras (que está siendo investigada por la misma jueza que procesó al exalcalde Gabriel Echávarri por el troceo de contratos) y el portazo de Julia Llopis tras no ser incluida en una lista electoral, la del PP, cuya composición también ha suscitado muchos debates por el perfil bajo de sus miembros.

También ha dado mucho que hablar la paralización de las obras en la fachada litoral (Mártires de la Libertad) para evitar el coste electoral, arreglos de última hora en la ciudad (como el lavado de cara al Jardín Botánico tras años de reclamaciones vecinales o el baldeo de calles en una actuación de urgencia) y la amenaza de huelga de los funcionarios municipales por no implantarse la carrera profesional, una promesa de hace justo cuatro años.

En cambio, aprovechando la recta final del mandato, el bipartito ha impulsado en los últimos días el Bono Comercio 2023, que se prevé que salga a la venta la próxima semana (con preferencia para los cupos reservados destinados a jóvenes y personas mayores), además de promover un pleno extraordinario, en plena campaña electoral, para cerrar asuntos acumulados en el Ayuntamiento: desde ajustar el Presupuesto prorrogado para no poner en juego ayudas europeas para obras vinculadas a la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a pagar 1,4 millones en subvenciones a dedo (nominativas) a unas cuarenta entidades sociales, entre ellas la Federació de Fogueres. Además se prevé llevar a esas «sesión escoba» cuatro asuntos urbanísticos, con la aprobación del Plan Especial de la OI/2, el que desarrollará el Parque Central y la Estación Intermodal tras ocho años de bloqueo, como principal asunto en el orden del día. 

Con ese escenario, el PP, que arrancó el mandato con nueve ediles y (por ahora) mantiene a siete en la Corporación tras la apresurada salida de Jiménez y Llopis, pretende continuar en el cargo, poniendo en valor la gestión en estos años de bipartito, para lo que a priori necesitaría el apoyo de los ultras de Vox, que estrenan candidata, Carmen Robledillo, una desconocida en la política municipal alicantina hasta que su partido la designó alcaldable, a costa del ahora portavoz municipal, Mario Ortolá, que ejerce de «dos» de la lista.

En el bloque de la derecha, el PP logró nueve actas en 2019, frente a las dos de Vox y las cinco de Ciudadanos, como tercera fuerza en el Pleno alicantino. Los naranja, pese a la debacle nacional, buscan un reto que parecía mayúsculo al principio de este año, pero que ahora no ven tan imposible: continuar en el Pleno de Alicante. El cabeza de cartel, Adrián Santos Pérez, concejal de Urbanismo en este mandato, aspira a mantener la marca naranja en el Ayuntamiento, aunque dando por hecho que será inviable repetir los resultados de las dos últimas citas electorales: Ciudadanos irrumpió en 2015 en Alicante con seis concejales (los mismos que el PSOE), que se quedaron en cinco cuatro años después. Este mandato, Cs ha sido socio de gobierno del PP, situándose a la sombra de los populares. La confección de la lista electoral naranja, con referentes de sectores como la hostelería, las Hogueras o la cultura, ha dado un impulso a las expectativas que manejaban al extrapolar encuestas a otros niveles y citas electorales recientes en autonomías como Andalucía o Castilla y León. 

Los candidatos municipales a las elecciones 2023 pasaron por Información

Jose Navarro

Y la izquierda, que llegaba a la campaña electoral en la ciudad de Alicante con escasa ambición, ve ahora posibilidades más reales, menos utópicas, de regresar a una Alcaldía que recuperaron en 2015, tras veinte años de gobiernos del PP, y que perdieron apenas tres años después, tras un tripartito repleto de ruido, que acabó con la dimisión de Echávarri por sus problemas judiciales, lo que dio pie a que Barcala accediera a la Alcaldía gracias al voto de una tránsfuga de Podemos.

Deshacer el empate

Los socialistas consiguieron nueve concejales hace cuatro años, quedándose a apenas dos puntos y algo más de 2.000 votos del PP. Esos resultados les llevaron a encabezar, sobre el papel, una oposición integrada también en la bancada progresista por Unidas Podemos y Compromís. Ambas formaciones minoritarias lograron dos ediles, lo que supuso una hecatombe sobre todo para los morados, que llegaron a seis en 2015, y, en menor medida, para los valencianistas, que tenían tres. 

Ahora, la izquierda ha cambiado a todos sus cabezas de cartel tras un mandato con un ejercicio de la oposición más que discutible. La exconsellera Barceló, que ya fue alcaldesa de Sax, su localidad de nacimiento, encabeza un proyecto socialista muy renovado, mientras que la propuesta de la coalición ahora llamada Unidas Por Alicante la lidera Manolo Copé, de Esquerra Unida, tras cuatro años con Xavier López (de Podemos) como referente, que tuvo que dar un paso atrás (pasando a «dos») tras un acuerdo a varias bandas de los socios de la coalición de izquierdas. También hay novedades en Compromís, donde Rafa Mas, que fue el «tres» en 2019 es ahora el alcaldable.

A la campaña para el 28M en Alicante se ha llegado tras unos días en los que se han empezado a escuchar las primeras propuestas electorales desde los partidos, sobre todo desde el PP y el PSOE. Los populares han prometido finalizar la comisaría de la Policía Local de Playa de San Juan, además de reforzar los agentes de barrio. Además, Barcala ha anunciado que el Ayuntamiento comprará los antiguos cines Astoria si se mantiene como alcalde de la ciudad para recuperar su uso cultural. También ha asegurado que habrá 150 nuevas viviendas para jóvenes, que se repartirán en tres proyectos ubicados en los barrios de Benalúa, San Blas y Altozano, tras endurecer su discurso sobre la okupación.

Por su parte, los socialistas han anunciado que crearán una concejalía de mayores, además de un plan de lucha contra la soledad no deseada, planes de envejecimiento activo y una tarjeta dorada con descuentos. Por otro lado, Barceló avanzó este miércoles el proyecto de una gran ciudad deportiva en la Zona Norte, en el entorno de Virgen del Remedio y Villafranqueza, con una extensión de 308.000 metros cuadrados. También ha asegurado que Alicante tendrá un centro de alto rendimiento náutico.

En estos días decisivos, al margen de conocer los programas completos, se espera la visita de líderes nacionales como Yolanda Díaz (Unidas Podemos), que coincidirá en Alicante con Santiago Abascal (Vox). Este sábado se celebrará el acto central de campaña de Compromís, con Joan Baldoví, candidato a la Generalitat, como cabeza de cartel. Los socialistas ya vivieron su jornada grande hace una semana, con el mitin de Pedro Sánchez en la Universidad de Alicante. En el aire sigue si el líder nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo, participará en la campaña alicantina o no.

Herramientas para trabajar por la ciudad: cinco propuestas

INFORMACIÓN citó a los alcaldables de Alicante para una sesión fotográfica en la que tenían que acudir con su cartel electoral y también con una herramienta de trabajo que fuera simbólica para su proyecto político. La socialista Ana Barceló llegó con un nivel: «Es una ciudad que tiene que buscar la cohesión y la igualdad entre barrios y vecinos. Debe buscar un equilibrio». El candidato de Ciudadanos, Adrián Santos Pérez, posó con cartabón y un escalímetro: «Para mí son herramientas fundamentales para diseñar la ciudad, para planificarla, para impulsar la transformación de la ciudad». Por su parte, el aspirante de Unidas por Alicante, Manolo Copé, lució un casco de obra: «Queremos construir una nueva ciudad con otro modelo, más allá de reformas estéticas y parches». Desde Compromís, Rafa Mas se fotografió con un martillo: «Hemos sido un azote democrático al fiscalizar la política de Barcala y además hemos sido muy propositivos. Hemos sido los más fuertes en la oposición». Por último, la aspirante de Vox, Carmen Robledillo, posó con una escoba: «Es una herramienta para barrer las calles de Alicante y a la izquierda del Ayuntamiento».

El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), no acudió a la cita. Horas antes, su equipo de comunicación informó de que el regidor no asistiría sin dar más explicaciones.