España es quizás el país del mundo donde la TDT en abierto tiene mayor calidad de contenidos y es más valorada por los espectadores. Únicamente un 25% de la audiencia se corresponde a servicios de pago tales como cable satélite o IPTV, además de los OTT (Over The Top), que pueden recibirse simplemente mediante conexión a Internet y que no dependen de una red concreta.

La TDT, que apareció en España hace apenas 20 años, está en continua evolución tecnológica desde su implantación. El cambio más perceptible ha sido la evolución de definición estándar (SD) a alta definición (HD), pero debemos añadir la incorporación de interactividad gracias a la TV híbrida que combina la TDT con Internet en plataformas tales como LOVEStv o las aplicaciones asociadas al botón rojo.

A nivel de calidad de imagen el siguiente paso tras la alta definición será la Ultra Alta Definición o UHD. La UHD es una agrupación de diversas tecnologías que por una parte, logran mayor resolución mediante más píxeles por imagen, aportando detalle en pantallas de gran tamaño sin pérdida de calidad y por otra, tendremos mejoras como el (HDR High Dyanmic Range), que se traduce en una máxima calidad en pantallas de mayor luminosidad o el (HFR High Frame Rate), que incrementa el número de imágenes por segundo.

Con la UHD también llegan mejoras en el audio, un conjunto de mejoras llamadas audio de nueva generación (NGA New Generation Audio) que nos permiten diferenciar entre distintas capas de audio que forman un sonido para mejorar la inteligibilidad de los mensajes hablados o ajustar de forma más eficiente la calidad del sonido.