El ingeniero actual, en concreto el que procede de planes académicos antiguos, siente como una necesidad la búsqueda de nuevos estímulos formativos con el fin de evitar la obsolescencia, sobre todo en las asignaturas que en su día fueron tratadas con una intensidad menor a la importancia que hoy día tienen.

Un ejemplo claro en nuestro colectivo es la delimitación precisa de la propiedad y sus aspectos jurídicos. No se debe esta carencia a que no importará esta disciplina. De hecho, siempre ha existido una gran carga docente en catastro, pero la universidad, al igual que la sociedad se adapta a los tiempos e intenta orientar lo que esta demanda, que durante los años 90 fue la gran necesidad de profesionales para abastecer el boom inmobiliario.

Hablando de adaptación en los colegios profesionales, el COIGT, ha orientado de manera interna y externa su oferta formativa a las demandas nacionales e internacionales. Siendo un ente con inquietud formativa, se lleva tiempo avanzando en la certificación de nuestros colegiados en cuanto a su experiencia laboral y profesional acreditada.

Por nuestra formación, los integrantes del COIGT somos el técnico más formado en todas las técnicas y metodologías de la captura y medición precisa del dato geográfico, ya sea de la propiedad inmobiliaria o de cualquier elemento de la superficie y/o del subsuelo. Sin embargo, a pesar del buen hacer en la detección y tratamiento de la información geográfica de un modo diligente, desde hace unos años sentimos la necesidad de una mayor formación en temas jurídicos.

Nuestro colegio profesional, el COIGT, para rellenar este espacio técnico-jurídico, viene fomentando a nivel nacional desde hace cuatro años la acreditación de Técnico Experto en Catastro, Propiedad Inmobiliaria y Valoración. A nivel local, desde la delegación provincial hemos puesto durante los últimos tres años nuestra experiencia profesional en asuntos de geometrías jurídicas sobre la mesa y lo hemos compartido con el Colegio de Registradores de la CV, de donde hemos extraído líneas maestras y referencias de trabajo para los proyectos futuros.

¡Para un continuo desarrollo y acreditación, qué mejor aval que los colegios profesionales!