Alicante es sinónimo de sol y playa y, consecuentemente, un destino turístico de primer orden. Esta es la primera reacción espontánea para millones de personas si preguntamos qué es Alicante. Pero si la misma pregunta se la planteamos al entorno financiero, para muchos de sus actores también es sinónimo de tecnología, concretamente de una, que se llama BOA, nacida y crecida en el seno de la empresa Orizon, y con la cual está traspasando fronteras por su genuinidad en este entorno digital en el que vivimos,

Pero ¿cuál es su particularidad? Sencillamente que es capaz de radiografiar, identificar y solucionar cualquier mal funcionamiento o rendimiento de las infraestructuras tecnológicas de una organización permitiendo, no sólo importantes ahorros de costes, sino también ofrecer a sus clientes y usuarios un servicio excelente. Tal y como están las cosas, y con la dura competencia existente en los mercados, más aún en el financiero, no es de extrañar que Alicante, además de sol y playa, sea para la banca un destino también tecnológico.

Ángel Pineda, CEO, y Olga Carrillo, CFO & RRHH, de Orizon Alex Domínguez

El peso del mundo de la banca y los seguros en el negocio de Orizon, que actualmente gestiona más de 500 millones de procesos de negocio en este entorno, lo explica su origen, ya que la empresa nació en 2007 con el objetivo de mejorar el desarrollo del software de una entidad bancaria. Desde entonces, y tras el éxito conseguido, la compañía se centró en trasladar a una metodología y tecnología propias el objetivo de asegurar a sus clientes la calidad y el buen funcionamiento de su software y aplicaciones de negocio.

¿Cuál es el papel de BOA?

Orizon proporciona estos servicios a través de la Oficina Técnica del Rendimiento (OTR), cuyo equipo de profesionales utiliza una metodología propia y la plataforma BOA (Boost & Optimize Applications), que permite optimizar y gestionar el rendimiento de las infraestructuras tecnológicas a través de la identificación y la corrección de los problemas, lo que incide directamente en lo que verdaderamente importa al negocio: rendimiento, fiabilidad, velocidad, costes y tiempo de respuesta online. BOA implementa un estándar de medición de estos parámetros y aporta soluciones al comportamiento dinámico del software.

BOA vigila de manera constante la totalidad de los procesos, transacciones y componentes tecnológicos del cliente Alex Domínguez

Desde este punto de vista, la propuesta de Orizon es única. Es cierto que en el mercado existen herramientas para analizar y monitorizar el rendimiento, sin embargo, habitualmente se circunscriben a determinados entornos y, además, si bien son muy buenas a la hora de detectar ineficiencias y problemas, no lo son tanto cuando se trata de proponer soluciones.

BOA vigila de manera constante la totalidad de los procesos, transacciones y componentes tecnológicos del cliente para detectar cómo están afectando al negocio, resolver problemas y plantear mejoras. Monitoriza y analiza cómo funciona el hardware, el software y ambos conjuntamente, proporcionando a las empresas una visión global de todos sus sistemas informáticos e infraestructuras tecnológicas y, de alguna manera, implantando en las organizaciones una cultura de calidad de las aplicaciones.

BOA, máximo rendimiento en cinco fases

La operativa de BOA, en la que Orizon ya ha invertido más de dos millones de euros, se organiza en cinco fases, que se retroalimentan para configurar un círculo virtuoso orientado a la mejora continua. La primera fase corresponde a la captura de datos de las infraestructuras del cliente, tanto en mainframe como en entornos distribuidos, bases de datos, etc. En una segunda fase, BOA elabora un censo de los procesos y de las detecciones que, en función de cada tipología de proceso, pueden ser diarias, semanales o mensuales.

En una tercera fase, BOA analiza todos estos datos y detecta oportunidades de mejora. Cabe destacar que los algoritmos de BOA actualmente ya son capaces de detectar y solucionar automáticamente el 79% de las incidencias. Conviene destacar que al igual que sucede en múltiples campos, en la tecnología se aplica el principio de Pareto, según el cual muy pocas tipologías de problemas o malas prácticas generan la mayor parte de los problemas. De hecho, se puede afirmar con rotundidad que hay 50 casuísticas comunes responsables del 80% de los problemas.

Se incorpora Inteligencia Artificial para elevar el nivel de inteligencia y automatización en el diagnóstico Alex Domínguez

En una cuarta fase de seguimiento de desarrollo, la OTR traslada al cliente y al proveedor de servicios involucrado su propuesta de mejora. Esta recomendación podría ser, por ejemplo, el borrado de una determinada línea de código y su sustitución por otra, o la creación de dos nuevos índices en una base de datos.

Por último, atendiendo al principio de lo que no se mide no se puede mejorar, BOA verifica que los objetivos marcados con la recomendación propuesta -ya sea en términos de reducción de consumo de recursos y costes, mejora de la eficiencia o tiempos de respuesta- se han cumplido.

Orizon destinará medio millón de euros a I+D durante 2021 Alex Domínguez

Todas estas fases son visibles para el cliente a través de un cuadro de mando, que puede ser estándar o personalizado según sus requerimientos y prioridades. El objetivo es que el cliente extraiga el valor que tiene para su negocio una visión completa y evolutiva en el tiempo de los indicadores antes mencionados.

Orizon sigue invirtiendo en la plataforma BOA -destinará medio millón de euros a I+D durante 2021- y, concretamente, en cuatro grandes líneas: la evolución de su interfaz gráfica que mencionábamos anteriormente, con una orientación aún mayor hacia el negocio; la incorporación de machine learning y nuevos algoritmos de Inteligencia Artificial para elevar el nivel de inteligencia y automatización en el diagnóstico y la resolución de problemas; la incorporación de indicadores adicionales y el avance en la presentación de la araña de proveedores externos que cualquier organizaciones habitualmente tiene.

Proveedores y cultura del rendimiento

En un mundo como el del desarrollo de software la externalización es la tónica predominante y, por supuesto, banca y aseguradoras no son la excepción a la regla. Además, las áreas de desarrollo han crecido de forma espectacular para responder a la aceleración de los ciclos de innovación y los exigentes requerimientos del time-to-market. Esto ha provocado una pérdida de peso del criterio de la calidad frente a criterios como coste y rapidez, con el consiguiente incremento a posteriori de los costes y una pérdida de control sobre las aplicaciones.

En esa situación, las ineficiencias implican en la mayoría de las ocasiones a proveedores terceros cuando lo que necesitan imperativamente las empresas es eficiencia, especialmente en momentos de crisis como el actual y, más aún, en un escenario de fusiones y adquisiciones.

El equipo de profesionales de Orizon utiliza una metodología propia y la plataforma BOA Alex Domínguez

La capacidad de BOA para impulsar la adopción de una cultura de mejora continua que implique tanto a la organización interna como a sus proveedores es otra de las razones del éxito de Orizon, ya que permite a sus clientes incorporar, monitorizar y evaluar de forma objetiva y permanente criterios de rendimiento y calidad de software en los Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA).

Este aspecto es crucial si tenemos en cuenta estimaciones que apuntan a que, de media, un 20% de los SLA se incumplen y resulta enormemente costoso en términos económicos y de eficiencia, no solo para los sectores de banca y seguros, sino para cualquier otro, desde el retail a la Administración Pública.