La apuesta por la innovación y la digitalización llevada a cabo por Aguas de Alicante hace más de 25 años permite a la compañía garantizar el suministro de agua en las poblaciones gestionadas, día a día y ante cualquier circunstancia imprevista y, además, que dicho suministro se lleve a cabo con una garantía de calidad del agua que supera con creces las exigencias marcadas por la legislación sanitaria vigente (Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, y su texto consolidado tras posteriores modificaciones recientes), que establece los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.

En el cumplimiento de ambos objetivos juega un papel esencial la obtención y la gestión digital de datos que lleva a cabo la empresa. Gracias a históricos de información en bases de datos que se remontan a muchos años atrás y cuya gestión ha ido evolucionando y digitalizándose, es posible optimizar su uso a partir del software preciso y a múltiples herramientas digitales que se alimentan de dichos datos y que, a su vez, permiten prever situaciones a futuro y adaptar todo tipo de acciones que sean necesarias para cumplir los objetivos de suministro y calidad del agua.

Laboratorio de análisis de aguas.

Es esta gestión de los datos la que le permite a Aguas conocer con la suficiente anticipación, por ejemplo, que el día de máximo consumo de agua previsto para 2021 en la ciudad de Alicante se producirá a lo largo de la última semana del mes de julio, estimándose a su vez que la necesidad de agua estará en torno a los 86.000m3 de agua. Gracias a ello, es posible conocer con antelación para ése, como para cualquier día del año, el volumen de agua que va a requerir la población y coordinar, al mismo tiempo, qué volumen será preciso producir a través de diferentes fuentes de abastecimiento, por ejemplo, la procedente de cada uno de los pozos que gestiona la empresa, la que será preciso solicitar al Taibilla, la que se requerirá procedente de la desalinizadora de Mutxamel para la zona de la playa de San Juan…

Condicionantes del consumo: climatología y turismo

Sin embargo, muchas son las variables que influyen en el consumo de agua en nuestras ciudades, condicionando, a su vez, algo que a priori parece tan preciso como son los datos y obligando a ajustar las previsiones que las compañías gestoras del ciclo del agua llevan a cabo.

Así, por ejemplo, existe una estacionalidad diaria en el consumo; no será igual el que se produce los lunes, que el que se registra los fines de semana; tampoco, si comparamos dos días laborales, es el mismo, marcado por los propios patrones de consumo poblacionales. Junto a ello, la climatología tiene gran capacidad de desviar posibles previsiones. Un día en el que se alcancen altas temperaturas fuera de lo habitual de la estación, como el pasado 12 de julio, es capaz en sí mismo de desviar la demanda, incrementándola notablemente consecuencia de cambios de consumo como pueden ser el riego, las piscinas… Por su parte, también la lluvia condiciona cualquier previsión.

Basta recordar las precipitaciones torrenciales que se produjeron en agosto de 2019, las mayores en dicho mes desde que hay registros, y que condicionaron el consumo de todo ese mes y de parte del de septiembre, con una bajada destacada de la demanda para riego tanto en particulares, como en servicios municipales. A los anteriores condicionantes, se sumaría también el turismo, que además y en esta época de pandemia puede comportarse de forma más variable, afectando de manera directa a las desviaciones en la previsión de consumo de agua.

Telemando de Aguas de Alicante.

Los anteriores condicionantes, junto con otro muchos, obligan a las compañías gestoras del ciclo del agua como Aguas de Alicante a trabajar de una manera dinámica que les permita analizar y producir el agua suficiente para entregar al usuario, ajustando sus previsiones en función de cómo evolucionan los condicionantes, y con toda la precisión que la obtención y gestión de los datos les permiten.

Si en 2020 fue el 31 de julio el día en el que finalmente se certificó el día de máximo consumo en la ciudad de Alicante, con un volumen total de 86.521m3, para 2021 y si ningún imprevisto lo desvía lo suficiente, la gestión de los datos permite ya a Aguas anticipar que ese día se producirá también durante la última semana del presente mes de julio; se estima, además, que las necesidades de abastecimiento de la población de Alicante rondarán los 86.000m3 de agua a lo largo esa jornada.

La apuesta por la innovación y la digitalización es garantía de calidad del agua.

Por ello, trabajan ya produciendo el agua suficiente para cubrir esa demanda, almacenándola en depósitos y sometiéndola a todas las exigencias del R.D 140/2003. De este modo, cualquier desviación será subsanada antes de la fecha prevista, asegurando el suministro en ese momento de finales de julio, como cualquier otro día de año, con una total garantía no sólo de cantidad, sino también de calidad, gracias al trabajo del laboratorio propio de Aguas de Alicante (certificado según las normas ISO 9001 e ISO 14001 y acreditado por ENAC según la norma UNE-ERN ISO/IEC 17025), que en 2020 llevó a cabo análisis de diferentes tipos en más de 16.000 muestras de agua, 170 análisis completos, cerca de 1.900 análisis de control y más de 7.400 determinaciones de cloro.