Nos traslada desde finales de la década de 1970 hasta principios de la de 1980 y se enfrenta a la creciente fuerza de los Corleonesi, encabezados por el intransigente Totò Riina. Tommaso Buscetta es voluble y está constantemente en movimiento, tanto en su vida como en sus relaciones personales. Es alguien fuera de lo común, inteligente, encantador, efectivo y dotado de autoridad natural. Un mafioso fiel a la Cosa Nostra, pero también a sus propios principios, alguien que no teme desafiar a la autoridad.

En 1980 se desata una guerra total entre los jefes de la mafia sicilianos por el control del tráfico de heroína. Buscetta, un hombre hecho a sí mismo, tiene que esconderse en Brasil. Sin embargo en Italia, la disputa se recrudece y Buscetta observa desde lejos cómo matan a sus hijos y a su hermano en Palermo, sabiendo que él puede ser el próximo. Arrestado y extraditado a Italia por la policía brasileña, Buscetta toma una decisión que lo cambiará todo para la Mafia: decide reunirse con el juez Giovanni Falcone y traicionar el eterno voto que hizo a la Cosa Nostra.

Una película firmada por uno de los cineastas más notables y lúcidos de Italia, Marco Bellocchio. En palabras del director, la traición es un tema recurrente explorado incansablemente en la película, precisamente porque nos hace reflexionar sobre el cambio.