"No tiene importancia" nos decimos. Son pequeños gestos y gastos que hacemos sin darnos apenas cuenta. Ir en coche a trabajar en vez de coger el transporte público, tomarnos el café en una cafetería de camino al trabajo en vez de en casa... Acciones que, al final, son gastos y que no nos ayudar a ahorrar.

Todo el mundo sabe que ahorrar es lo correcto, pero son pocas las personas que finalmente consiguen hacerlo. El motivo principal reside en que la capacidad de ahorro de los españoles está condicionada por la situación económica o por lo que se espera de la misma en un futuro.

Los españoles que ahorran a final de mes tan sólo representan a un tercio de la población, según el último estudio realizado por el CIS. Las claves para ahorrar van desde fijar objetivos hasta reducir los gastos innecesarios o incluso evitarlos por completo.

Casi un 66% de la población podría ahorrar algo de dinero si se lo propusiese. No obstante, son los pequeños gastos diarios, esos que no se tienen en cuenta, los que hacen que al final esta actividad no llegue a buen puerto.

La mayor parte de los españoles cuenta únicamente como gastos importantes cada mes el desembolso de dinero que se hace en la hipoteca o el alquiler, la compra o las facturas (luz, agua, gas, Internet o móvil). El motivo principal por el que los gastos invisibles nos impiden ahorrar es que al ser gastos pequeños, que no superan los dos euros, no se suelen tener en cuenta.

Qué son los gastos invisibles

Concretamente, los gastos invisibles son los culpables de que los españoles se pregunten qué han hecho con su dinero cuando llega final de mes. Tomando un café diario fuera de casa, cada día laboral, a un precio medio de 1,35 euros, el gasto a final de mes asciende a 27 euros. Si, por otro lado, tienes dudas entre qué medio de transporte usar para llegar al trabajo, debes saber que el gasto medio para el transporte público es de 60 euros al mes, mientras que en el caso de coche supone unos 242 euros.

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Pagar por actividades al mes a las que nunca se va o a las que se va en muy pocas ocasiones, como puede ser el gimnasio, provoca que el gasto continúe subiendo cada mes y que se reduzca la capacidad de ahorro.

Comer fuera de casa todos los días supone un gasto medio de unos 217 euros mensuales, cifra que podría reducirse ampliamente si se abandona el 'menú del día' del restaurante por el tupper de casa.