Lío con la subida del salario mínimo: Hacienda se quedará con la mitad del dinero

La reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.184 euros en 14 pagas ha generado un importante debate en España. Mientras el Ministerio de Trabajo celebra el aumento como un paso hacia la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, la decisión del Ministerio de Hacienda de no modificar el mínimo exento de IRPF ha empañado la medida. Esto significa que muchos empleados que hasta ahora no tributaban, ahora verán retenciones en sus nóminas, reduciendo significativamente el beneficio real de la subida.

50 euros de subida y 21.4 euros de retención

El aumento del SMI en 50 euros mensuales es una mejora en términos nominales, pero en la práctica, casi la mitad de esta subida se quedará en Hacienda. Hasta ahora, cuando el salario mínimo subía, se ajustaba también el umbral exento de IRPF, de manera que los trabajadores con estos ingresos no sufrían retenciones en su nómina. Sin embargo, este año la Agencia Tributaria ha decidido no modificar ese criterio, lo que implica que una parte importante de los perceptores del SMI ahora deberán pagar impuestos.

Para un trabajador que cobra el SMI en 12 pagas (1.431 euros brutos al mes), la retención será de aproximadamente 21,4 euros mensuales, lo que equivale a 300 euros al año. De los 700 euros anuales de subida, solo 400 llegarán realmente al bolsillo del trabajador.

El conflicto entre los ministerios de Trabajo y Hacienda

La decisión de no ajustar el umbral exento de IRPF ha provocado un enfrentamiento dentro del propio Gobierno. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido la exención del SMI en el pago del IRPF, mientras que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha argumentado que todos los salarios deben tributar.

Este desacuerdo ha llevado a Sumar y Podemos a presentar una propuesta en el Congreso para modificar la normativa y evitar que los trabajadores con salario mínimo vean reducida su subida debido a las retenciones fiscales. El PP también se ha sumado a la petición, aunque el PSOE mantiene su postura de que el SMI debe tributar como cualquier otro salario.

Subir el SMI sin reducir impuestos

El problema de fondo radica en la falta de coherencia entre la subida del salario mínimo y la presión fiscal sobre los sueldos más bajos. En lugar de permitir que los trabajadores con ingresos más reducidos puedan beneficiarse plenamente de la medida, Hacienda ha optado por mantener la tributación y aumentar la recaudación fiscal a costa de los perceptores del SMI.

Yolanda Díaz y los sindicatos firman el acuerdo del SMI 2025

Los sindicatos han criticado esta postura, argumentando que la lucha contra la precariedad laboral no solo debe centrarse en subir el salario mínimo, sino también en reducir la carga impositiva sobre los trabajadores con menores ingresos. Proponen que, en lugar de gravar a los empleados con SMI, el Gobierno persiga el fraude en horas extras y mejore la fiscalización de las grandes empresas.

¿Se modificará la decisión de Hacienda?

A pesar de la presión política y social, hasta ahora el Ministerio de Hacienda no ha dado señales de querer modificar su criterio. No obstante, si la propuesta de Sumar y Podemos prospera en el Congreso, es posible que se realicen ajustes en la normativa para evitar que el SMI quede sujeto a retenciones.

Si esto no ocurre, miles de trabajadores verán cómo la subida del SMI se queda en una mejora mínima, ya que parte de los ingresos extra se perderán en impuestos.