¿Es 2025 un buen año para contratar una hipoteca? El euríbor tiene la clave

El mercado hipotecario en España podría experimentar un cambio significativo en 2025. La reciente bajada del euríbor, que ha iniciado la última semana de febrero situándose en el 2,431%, sugiere un escenario favorable para quienes estén pensando en adquirir una vivienda. Con una media provisional del mes de febrero del 2,407%, el índice hipotecario más relevante del país consolida una tendencia bajista que promete aliviar a los actuales hipotecados y abrir nuevas oportunidades para quienes buscan financiar la compra de un inmueble.

Esta caída del euríbor se traduce directamente en un ahorro para los titulares de hipotecas variables. Por ejemplo, una hipoteca de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial del 1% y revisión semestral, verá reducida su cuota mensual de 930,57 euros a 868,47 euros, lo que representa un ahorro de 62,1 euros al mes. Si la revisión es anual, el ahorro es aún mayor, alcanzando los 104,9 euros mensuales. Esta reducción se produce en un contexto en el que, hace justo un año, el euríbor se encontraba en el 3,671%, lo que evidencia un descenso notable en un corto periodo.

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La caída del euríbor no solo supone un alivio para quienes ya tienen hipotecas, sino que anticipa una posible guerra de precios en el mercado.

Uno de los factores clave para entender el comportamiento futuro del euríbor será la próxima reunión del BCE, prevista para el 13 de marzo de 2025. Se espera que el organismo presidido por Christine Lagarde anuncie un nuevo recorte en los tipos de interés, posiblemente de 25 puntos básicos. Esta decisión podría reforzar aún más la tendencia bajista del euríbor, impulsando a los bancos a revisar sus ofertas hipotecarias y generando un entorno más competitivo para los compradores de vivienda.

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Las proyecciones del mercado apuntan a que el euríbor podría cerrar el año en torno al 1,75%. De cumplirse estas previsiones, se abriría una ventana de oportunidad para contratar hipotecas a tipos más bajos. Esta situación beneficiaría especialmente a quienes apuesten por hipotecas a tipo fijo, ya que asegurarían condiciones favorables antes de posibles repuntes futuros. Además, las hipotecas mixtas podrían convertirse en una opción atractiva, combinando un interés fijo inicial bajo con una parte variable que se ajustaría a un euríbor en descenso.