¿Es posible cobrar sin trabajar y conservar el puesto de trabajo? Un experto revela la clave

En España, la legislación laboral protege a los trabajadores en diversas situaciones, permitiendo que puedan ausentarse del trabajo durante un largo periodo de tiempo sin perder su puesto y cobrando su salario. Aunque pueda parecer sorprendente, es posible estar hasta 2 años y 7 meses sin trabajar si se encadenan diferentes derechos y prestaciones, como bajas médicas, permisos de maternidad o paternidad, lactancia y vacaciones acumuladas.

Este sistema está diseñado para proteger a los trabajadores en situaciones de enfermedad, nacimiento de un hijo o conciliación familiar, garantizando que su puesto de trabajo no sea ocupado por otra persona de manera definitiva.

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Baja médica: hasta 2 años

La primera situación en la que un trabajador puede ausentarse sin perder su empleo es una baja médica por incapacidad temporal. Esta prestación se concede cuando un trabajador no puede desempeñar su labor debido a una enfermedad o accidente, y tiene una duración máxima de 12 meses.

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Si después de ese periodo el trabajador sigue sin poder reincorporarse, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede conceder una prórroga de 6 meses adicionales, sumando un total de 18 meses (1 año y medio). En casos excepcionales, cuando aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre una posible incapacidad permanente, es posible obtener una nueva prórroga de 6 meses, alcanzando así los 2 años sin trabajar y cobrando una prestación.

Una vez se cumple este plazo máximo, el INSS deberá evaluar si el trabajador está en condiciones de reincorporarse o si debe concederse una incapacidad permanente.

Permiso de maternidad o paternidad: 4 meses adicionales

Si justo después de la baja médica el trabajador tiene un hijo, puede acogerse al permiso de maternidad o paternidad, lo que prolonga aún más el tiempo sin trabajar. Actualmente, este permiso tiene una duración de 16 semanas (4 meses) y es remunerado al 100 % del salario.

Este derecho está garantizado tanto para madres como para padres, y puede disfrutarse de forma ininterrumpida o dividirse en diferentes periodos. Durante este tiempo, el trabajador sigue vinculado a la empresa sin necesidad de reincorporarse a su puesto de trabajo.

Por lo tanto, si una persona ha estado 2 años de baja médica y después solicita el permiso por maternidad o paternidad, sumaría 2 años y 4 meses sin acudir al trabajo y cobrando su salario.

Permiso de lactancia: hasta 28 días más

Después del permiso de maternidad o paternidad, el trabajador tiene derecho al permiso de lactancia, que permite ausentarse del trabajo para el cuidado del bebé. Este permiso puede disfrutarse de diferentes maneras, pero la opción más habitual es acumularlo en días completos.

Dependiendo del convenio colectivo y las horas de la jornada laboral, el tiempo acumulado puede alcanzar hasta 28 días naturales (casi un mes más sin trabajar). Al igual que en los casos anteriores, durante este periodo el trabajador sigue cobrando su salario y sin perder su puesto.

Esto significa que, tras la baja médica y la baja por maternidad o paternidad, el trabajador puede prolongar su ausencia un mes más con este permiso.

Vacaciones acumuladas: hasta 2 meses y medio más

Durante todo este periodo de baja médica, maternidad y permisos, el trabajador no ha podido disfrutar de sus vacaciones anuales. Según la legislación española, las vacaciones no se pierden por estar en situación de incapacidad temporal o por disfrutar de permisos de maternidad o paternidad.

Cada trabajador tiene derecho a 30 días naturales de vacaciones por año trabajado, por lo que, si ha estado 2 años sin poder tomarlas, se le acumulan 60 días (2 meses). Además, si ha estado medio año más de baja por maternidad y permisos de lactancia, le corresponderían otros 15 días adicionales, sumando un total de 75 días (2 meses y medio) de vacaciones acumuladas.

Esto significa que, antes de reincorporarse, el trabajador podría disfrutar de sus vacaciones y prolongar aún más el tiempo sin trabajar.

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Si sumamos todos los periodos anteriores, una persona puede estar sin acudir a su puesto de trabajo hasta 2 años y 7 meses, cobrando su salario y sin perder su derecho a reincorporarse.