Los trabajadores con este grado de discapacidad podrán jubilarse hasta 10 años antes

En España, la jubilación anticipada sigue siendo una vía importante para miles de trabajadores que, por diversos motivos, desean o necesitan retirarse antes de alcanzar la edad ordinaria establecida por la Seguridad Social. Entre los colectivos que pueden acceder a este beneficio, las personas con discapacidad tienen condiciones especiales que les permiten adelantar su retiro incluso en casi una década, sin sufrir penalizaciones en la cuantía de su pensión. En 2025, esta posibilidad cobra aún más relevancia debido al aumento en la edad ordinaria de jubilación.

Edad de jubilación ordinaria

Actualmente, la edad de jubilación ordinaria en España varía en función de los años cotizados. Las personas que han trabajado y cotizado durante 38 años y tres meses o más pueden jubilarse a los 65 años. Por el contrario, quienes no alcancen ese periodo mínimo deberán esperar hasta los 66 años y ocho meses para retirarse. Sin embargo, este marco cambia de manera significativa cuando se trata de trabajadores con un grado de discapacidad reconocido.

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Jubilación a los 56 años

La Seguridad Social contempla que aquellas personas que tengan una discapacidad igual o superior al 45% pueden solicitar la jubilación a partir de los 56 años de edad. Esto representa una ventaja considerable, al permitir un adelanto de casi 10 años con respecto a la edad ordinaria de jubilación. Pero para poder beneficiarse de esta modalidad, es necesario cumplir una serie de requisitos. Entre ellos, haber cotizado al menos 15 años a la Seguridad Social, de los cuales un mínimo de cinco deben haber sido con el grado de discapacidad reconocido. Además, la dolencia debe estar incluida en el listado oficial de enfermedades consideradas como causantes de discapacidad por parte de la Seguridad Social.

Este tipo de jubilación anticipada no implica la aplicación de coeficientes reductores sobre la pensión, lo que significa que los beneficiarios pueden cobrar el 100% de su base reguladora. Es decir, el importe íntegro que les corresponde según su historial de cotización y salario. Esta es una de las principales ventajas para quienes se acogen a esta modalidad, ya que en otros tipos de jubilación anticipada sí se aplican penalizaciones por cada año adelantado.

Jubilación a los 52 años

Pero existe un caso aún más especial dentro del sistema: las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 65%. En este supuesto, los trabajadores pueden solicitar la jubilación anticipada desde los 52 años de edad. Esta es una de las edades más tempranas para retirarse del mercado laboral en España, y puede representar un alivio significativo para quienes enfrentan dificultades para continuar en activo debido a su condición de salud. Para acceder a esta jubilación a los 52 años, se debe haber cotizado al menos 15 años, sin importar si todos esos años fueron con la discapacidad reconocida o no. A diferencia del caso anterior, tampoco se exige que la discapacidad esté causada por una enfermedad concreta del listado oficial.

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También en esta modalidad, la pensión se cobra de forma íntegra, sin reducciones por adelanto. Sin embargo, es importante destacar que esta opción todavía no está habilitada para los trabajadores autónomos, un grupo que sigue reclamando igualdad de condiciones respecto a los asalariados en esta materia. Aunque se han dado algunos avances en derechos laborales para los autónomos en los últimos años, la jubilación anticipada por discapacidad superior al 65% sigue siendo una asignatura pendiente.