Así son las pensiones de jubilación para quienes han solicitado una incapacidad permanente

Conoce cuál es el proceso cuando se alcanza la edad para dejar de trabajar

Cambios en las pensiones: estas son las nuevas condiciones para poder jubilarte en 2025

Cambios en las pensiones: estas son las nuevas condiciones para poder jubilarte en 2025 / Eva Abril

Eneko López Rico

Eneko López Rico

Una de las dudas más frecuentes entre los trabajadores que reciben una pensión por incapacidad permanente es qué ocurrirá con esta prestación cuando lleguen a la edad legal de jubilación. ¿Se pierde? ¿Se reduce? ¿Se transforma en otra cosa? La respuesta, según la normativa vigente y lo que explica el abogado laboralista Lawtips en su canal de Tiktok, es tranquilizadora: no solo no se pierde la pensión, sino que se mantiene o incluso puede aumentar, garantizando siempre la opción más beneficiosa para el trabajador.

La incapacidad permanente es una prestación que protege a aquellas personas que, debido a una enfermedad o accidente, ven reducida o anulada su capacidad para trabajar. Existen diferentes grados: parcial, total, absoluta y gran invalidez, y cada uno determina el tipo de ayuda económica y las condiciones laborales futuras. Lo fundamental es que, cuando el beneficiario alcanza la edad ordinaria de jubilación, esta pensión no desaparece, sino que cambia de denominación: pasa a ser considerada una pensión contributiva de jubilación, como establece el artículo 163 de la Ley General de la Seguridad Social.

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Incapacidad y qué pasa con la pensión.

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Este cambio se produce de manera automática, sin necesidad de realizar trámites adicionales. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se encarga de comparar ambas prestaciones —la que se venía recibiendo por incapacidad permanente y la que correspondería por jubilación ordinaria con las cotizaciones acumuladas— y aplica directamente la más favorable. Esto supone una gran tranquilidad para los pensionistas, ya que el sistema está diseñado para garantizar que siempre se cobre lo que más conviene económicamente.

Cambio de pensión a jubilación

Uno de los puntos más importantes es que no se pierde ningún derecho con este cambio. Aunque la pensión pase a llamarse de jubilación, el grado de discapacidad reconocido sigue vigente, lo que permite seguir accediendo a beneficios fiscales, ayudas sociales, servicios específicos y otras prestaciones vinculadas a la situación de incapacidad. La única diferencia real está en la denominación jurídica de la pensión y, en algunos casos, en las retenciones de IRPF, que pueden variar y conviene revisar para no llevarse sorpresas.

Personas mayores paseando por el centro de la ciudad

Personas mayores paseando por el centro de la ciudad / José Luis Roca

Además, en los casos de incapacidad permanente total, es posible compatibilizar la pensión con un trabajo distinto al que originó la incapacidad. Esto significa que, si la persona sigue trabajando y cotizando, esas nuevas aportaciones se suman a su historial laboral y pueden influir positivamente en el cálculo de la futura pensión de jubilación. Así, se recompensa a quienes han seguido contribuyendo al sistema, lo que puede derivar en una mejora significativa de la cuantía mensual al llegar la jubilación.

¿Cuánto se cobra por incapacidad permanente?

Otro dato relevante es la cuantía media de la pensión por incapacidad permanente en España, que ronda los 1.308 euros mensuales, aunque varía en función del grado de incapacidad y de la base reguladora, que se calcula sobre el salario medio de los últimos ocho años ajustado por el IPC. Este sistema permite que las pensiones reflejen mejor el coste de vida actual, evitando que quienes han quedado fuera del mercado laboral por motivos de salud sufran una pérdida drástica de poder adquisitivo.

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