Gonzalo Bernardos defiende: “Si todos somos iguales, seremos igual de pobres”

El conocido economista y profesor universitario lanzó una afirmación que ha dado mucho que hablar: “Si todos somos iguales, seremos igual de pobres”. Con esta frase, Bernardos defendía que una cierta desigualdad en España puede ser positiva si está orientada a premiar el mérito, el esfuerzo y la innovación.

Además, el profesor fue aún más claro al señalar que “cierta desigualdad está muy bien”. Y añadió: “No podemos ser todos iguales, porque si somos todos iguales, seremos todos igual de pobres, como en los sistemas comunistas”.

¿Es siempre negativa la desigualdad?

Para Bernardos, no toda desigualdad económica en España es perjudicial. El economista distingue entre desigualdad injusta —la que proviene de la falta de oportunidades, el nepotismo o la corrupción— y aquella que surge como resultado de una sociedad que premia el trabajo y la productividad.

"Si todos tenemos lo mismo sin importar lo que hagamos, no hay incentivos para mejorar", explicó. Esta postura contrasta con otros enfoques más igualitarios que defienden una redistribución más equilibrada de la riqueza.

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La clase media, clave en la economía española

En su análisis, Gonzalo Bernardos también subrayó la importancia de fortalecer a la clase media española, uno de los pilares tradicionales de la economía del país, que en los últimos años ha sufrido un deterioro debido al aumento del coste de vida, la inflación y la precariedad laboral.

El economista abogó por políticas que fomenten el ascenso social, como el impulso al emprendimiento, el acceso a la vivienda y una educación pública de calidad.

Sin embargo, las declaraciones de Bernardos no pasaron desapercibidas. Mientras algunos aplaudieron su enfoque pragmático y basado en la meritocracia, otros lo criticaron por normalizar una desigualdad en España que consideran ya excesiva.

Las palabras de Gonzalo Bernardos vuelven a poner sobre la mesa un dilema que lleva años presente en el discurso político y económico español: ¿cómo equilibrar igualdad de oportunidades con incentivos al esfuerzo individual?