Cambios para los autónomos: lo que debes saber antes del 30 de abril para evitar multas

Mayo de 2025 marca un momento clave para los autónomos. Y es que quienes ejercen su actividad profesional bajo este régimen deben tener una fecha clara en su calendario: el 30 de abril finaliza el plazo para ajustar la base de cotización, un trámite que podría evitar importantes sanciones económicas.

Desde 2023, el sistema de cotización a la Seguridad Social para autónomos cambió radicalmente. Anteriormente, estos podían elegir libremente su base de cotización, lo que les permitía pagar menos durante la mayor parte de su vida laboral y aumentar la base en los años previos a la jubilación para acceder a una pensión mejor. Con la entrada en vigor del nuevo modelo basado en los rendimientos netos, esta práctica quedó atrás. Ahora, cada autónomo debe cotizar en función de los ingresos reales que espera obtener durante el año.

La base de cotización ya no se elige al gusto, sino que debe ajustarse a los ingresos previstos, con la posibilidad de modificarla hasta seis veces al año para adaptarse a la evolución real del negocio.

El 30 de abril: fecha límite para el segundo cambio del año

De las seis oportunidades anuales para cambiar la base de cotización, la segunda ventana culmina el próximo 30 de abril. Esto significa que los autónomos tienen hasta esa fecha para revisar sus ingresos estimados para 2025 y ajustar su cotización a la Seguridad Social en consecuencia. No realizar este ajuste a tiempo puede implicar pagar de más —lo que reduce la liquidez disponible— o, peor aún, pagar de menos y enfrentarse a regularizaciones futuras con recargos o sanciones.

¿Cómo se hace el cambio?

El proceso para modificar la base de cotización se realiza de forma telemática a través de la plataforma de la Seguridad Social. Es necesario acceder con certificado digital, DNI electrónico o cl@ve, seleccionar la base correspondiente al tramo de ingresos estimados y confirmar el cambio. Una vez realizado, la nueva base entrará en vigor a partir del 1 de mayo de 2025.

Es recomendable conservar todos los documentos justificativos que sustenten el cambio, ya que, en caso de revisión, la Seguridad Social puede requerir pruebas de que se actuó de buena fe con base en estimaciones razonables.

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¿Qué ocurre si no se cambia la base?

No ajustar la base de cotización cuando los ingresos reales han cambiado puede tener consecuencias serias. Si se cotiza por debajo del tramo correspondiente, la Seguridad Social exigirá el pago de la diferencia con intereses y posibles sanciones. Además, esto afectará negativamente a las futuras prestaciones, como la jubilación o el cese de actividad. Por tanto, es fundamental revisar los ingresos con regularidad y actualizar la base conforme a lo que dicta la normativa vigente.