Estos son los requisitos para desgravar la gasolina en la declaración de la renta

Estamos inmersos en plena campaña de la renta y aunque muchos de los contribuyentes esperan hasta el último momento para confirmar el borrador, es importante no pasar por alto algunas deducciones poco conocidas, como la posibilidad de desgravar los gastos del coche. Si eres autónomo y utilizas tu vehículo para trabajar, podrías deducirte la gasolina, el seguro del coche, reparaciones y otros costes asociados, siempre que cumplas ciertos requisitos.

¿Quién puede deducir la gasolina y el seguro del coche?

Para poder desgravar gastos relacionados con el coche, el vehículo debe estar afecto a una actividad económica, es decir, debe usarse para el desarrollo habitual de tu trabajo. Esto aplica, por ejemplo, a profesionales como repartidores, transportistas, taxistas, comerciales o agentes de ventas. En esos casos, la Agencia Tributaria permite incluir como gastos deducibles el seguro del coche, el combustible, las reparaciones e incluso los impuestos del vehículo. Si el uso del coche es mixto (tanto profesional como personal), solo podrás deducir un porcentaje, normalmente el 50%, siempre que puedas justificar debidamente su uso profesional.

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Requisitos para deducir gasolina como autónomo

Para que un gasto en gasolina sea considerado deducible en el IRPF o IVA, deben cumplirse tres condiciones básicas:

1. Vinculación con la actividad económica: debes demostrar que usas el coche para tu trabajo, por ejemplo, para desplazarte a visitar clientes o entregar productos.
2. Justificación documental: necesitas conservar facturas y recibos en los que se refleje claramente la naturaleza del gasto.
3. Registro contable: los gastos deben estar correctamente anotados en los libros de contabilidad o en los registros fiscales de tu actividad como autónomo.

Cómo deducir el IVA de la gasolina

En cuanto al IVA del combustible, la regla general establece que puedes deducir el 50% del IVA si demuestras el uso profesional del vehículo. Este porcentaje puede llegar al 100% en casos concretos, como transportistas, taxistas o comerciales que utilicen el coche exclusivamente para su trabajo. Para beneficiarte de esta deducción completa, el coche debe tener ciertas características:

• Ser un vehículo mixto de transporte de mercancías o personas.
• Ser utilizado en el transporte de viajeros con contraprestación.
• Utilizado para enseñar a conducir o volar.
• Utilizado por fabricantes para ensayos o demostraciones.
• Vehículos usados en labores de vigilancia profesional.
• Utilizado por representantes o agentes comerciales colegiados.

Para justificar el uso profesional del vehículo, conviene presentar documentación externa, como firmas de clientes, presupuestos aceptados, registros de desplazamientos, y cualquier otro soporte que relacione el viaje con tu actividad económica.

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Deducir el seguro del coche: cuándo es posible

Otro gasto que también puedes deducirte como autónomo es el seguro del coche, siempre que se cumpla la misma condición: el vehículo debe estar afecto a la actividad económica. El coste de la póliza se puede deducir como gasto corriente del ejercicio, proporcional al uso laboral que se haga del vehículo. Por ejemplo, si utilizas el coche un 70% del tiempo para tu negocio, podrás deducir ese porcentaje del importe total del seguro en tu declaración de IRPF. Esta deducción está permitida a nivel nacional, aunque algunas comunidades autónomas pueden ofrecer beneficios fiscales adicionales en sus tramos autonómicos.