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Así es como despedir mal a un trabajador puede salirte caro

Errores que se repiten cada día y que pueden costar mucho más de lo que imaginas

El Tribunal Supremo ratifica que la indemnización por despido improcedente no puede incrementarse "vía judicial"

El Tribunal Supremo ratifica que la indemnización por despido improcedente no puede incrementarse "vía judicial" / Europa Press

Malas noticias para quienes creen que despedir a alguien es simplemente dar una carta y firmar. En España, el despido mal gestionado tiene consecuencias legales y económicas muy serias. Esto es lo que muchas empresas están haciendo mal, y lo que deberías saber si no quieres pagar por un despido improcedente.

Despedir mal sale caro

Así es: despedir a un empleado de la noche a la mañana puede salirte muy caro. Aunque muchos empresarios creen que basta con una conversación o una carta, la realidad es que el despido debe seguir un proceso legal muy claro, con documentación, advertencias previas y asesoramiento jurídico.

Uno de los errores más frecuentes es no aplicar sanciones previas. La ley no permite despedir sin motivo justificado. Si el empleado ha cometido faltas, deben haberse registrado antes: advertencias por escrito, informes de bajo rendimiento o incumplimientos comprobables. Sin este historial, el despido puede considerarse improcedente.

Y eso no es todo: no contar con un abogado laboralista o redactar mal la carta de despido puede ser suficiente para perder un juicio. Muchas pymes en España caen en este fallo por desconocimiento, y terminan pagando indemnizaciones que podrían haberse evitado.

Esto es lo que nunca debes olvidar

Si estás pensando en despedir a alguien, esto es lo que debes tener muy claro:

  • No se puede despedir sin pruebas documentadas.
  • Se deben aplicar sanciones o advertencias previas, especialmente en despidos disciplinarios.
  • La carta de despido debe ser clara, detallada y ajustada a ley.
  • Siempre hay que notificar por escrito y con acuse de recibo.
  • Es muy recomendable tener el respaldo de un abogado desde el inicio.

Por ejemplo, en un despido considerado improcedente, la empresa podría verse obligada a pagar 33 días por año trabajado o incluso readmitir al trabajador, además de abonar salarios atrasados. Todo por no seguir bien los pasos.

La documentación es fundamental

Uno de los errores más peligrosos es no tener documentación suficiente. Las empresas deben poder demostrar que el despido tiene fundamento. Correos electrónicos, actas de reuniones, informes de desempeño... todo cuenta.

Muchos juicios se pierden simplemente porque no hay pruebas. Y en España, cuando hay dudas, la ley suele favorecer al trabajador. Por eso, documentar bien cada paso del proceso es vital para evitar consecuencias económicas graves.

Despedir sin asesoramiento, sin pruebas y sin seguir el proceso legal puede convertirse en una auténtica pesadilla para cualquier empresa. Lo que parece un trámite rápido puede acabar en demandas, indemnizaciones y una mala reputación. Así es como despedir bien marca la diferencia entre proteger tu empresa o arriesgarlo todo.

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