El golfista Sergio García se muda. Al menos eso se desprende de la vivienda que ha puesto a la venta en Oaks, una zona residencial de Hill Country en Austin, Texas (EEUU), y que comparte con su esposa Angela Akins desde 2017. La vivienda en cuestión, como era de esperar, no es apta para todos los bolsillos, pues tiene un coste de 5,5 millones de euros. En su día el golfista de 42 años desembolsó por ella poco más de dos millones, por lo que el negocio ha sido redondo.

Imágenes de la casa que Sergio García ha puesto en venta en Estados Unidos.

Entre las características de la propiedad puesta a la venta cabe destacar la presencia de cinco habitaciones, cinco baños y una parcela de 6.000 metros cuadrados. La intención del laureado deportista es la de cambiar de domicilio de inmediato, puesto que destaca en la página web en la que se vende que “está disponible para mudarse ya”. Se añade también que la vivienda “consta de un solo piso y está perfectamente ubicada en una calle sin salida para disfrutar de privacidad. Su concepto abierto permite disfrutar de entretenimiento y vida cotidiana en el interior y al aire libre”. 

En el resumen de la propiedad se subraya también que “los suelos son de madera en toda la casa y se extienden hasta las habitaciones de gran tamaño con baños en suite y vestidores”. Como se ve en las imágenes que acompañan esta información, la vivienda de Sergio García está cuidada hasta el más mínimo detalle, disfrutando el golfista de piscina, un baño principal estilo spa con cabina de ducha doble y tocadores, bar, oficina, chimenea, amplio jardín parrilla para barbacoa, parking para tres coches… Además está situado en un club privado con vigilancia las 24 horas del día, los 7 días de la semana. 

Imágenes de la casa que Sergio García ha puesto en venta en Estados Unidos.

En esta casa han nacido los dos hijos de Sergio García y Angela Akins, Azalea y Enzo, que cuentan con tres y un año, respectivamente, y todo apunta a que se mudará a una propiedad más grande en la misma zona. Y es que acumula una fortuna estimada en 70 millones de dólares, fruto tanto de su participación en torneos deportivos como del apoyo de sus espónsores, entre los que se cuentan TaylorMade, Callaway, Super Stroke, Adidas, BMW, Credit Suisse u Omega.