El guineano Reginaldo Carlos Mguema, un joven albino que ha sido intervenido por la Fundación de Pedro Cavadas de un extenso cáncer de piel en la cara, ha destacado ante los medios en Valencia: "He recuperado la vida que pensé que había perdido".
JORGE GIL
El doctor Pedro Cavadas ha explicado en rueda de prensa el caso de este joven que, de no haberse intervenido, habría fallecido probablemente en menos de un año "de forma miserable".
JORGE GIL
Reginaldo se ha salvado gracias a su tenacidad ya que fue él mismo quien consiguió los recursos para comprase el billete de avión y se presentó en la Fundación sin cita.
JORGE GIL
El joven es albino, un trastorno genético heterogéneo que produce una reducción o ausencia total del pigmento melánico, el protector endógeno del cuerpo frente a la radiación solar, lo que supone en países del África subsahariana un "grave problema" por la gran cantidad de horas de luz.
JORGE GIL
"Ser albino en España no pasa nada, en el norte de Europa ni se nota, pero en el África subsahariana no es ninguna broma, es muy serio porque equivale cáncer de piel y problemas asociados muy importantes", ha constatado el doctor Cavadas.
JORGE GIL
El prestigioso médico valenciano ha explicado que Reginaldo Carlos Mguema sufría de cánceres múltiples de piel, uno de ellos muy extenso en la cara que le había afectado al nervio y al esqueleto facial y que le llegaba incluso dentro de la boca y que hubo que reconstruir con microcirugía compleja, incluyendo una transferencia de piel, para dejar las mínimas secuelas.
JORGE GIL
El joven ha relatado que ha vivido toda su vida con esta enfermedad sin saber qué la causaba, pensando que eran cosas que "salían así por azar".
JORGE GIL
Cuando fue diagnosticado de cáncer fue intervenido hasta tres veces en su país hasta que le dijeron que "no había maquinaria" para volverle a operar. Entonces, ha relatado, se quedó "fuera del mundo, ya no tenía que pensar".
JORGE GIL
Sin embargo, Reginaldo, de familia pobre ya que perdió a su padres a los tres años y tiene muchos hermanos, comenzó a pedir ayuda por las redes sociales y los ministerios de su país y con lo que recaudó gracias a la gente "bienintencionada" pudo comprar un billete de avión y conseguir el visado en la embajada. "Cuando subí al avión se me llenó todo de esperanzas, recuperé la vida que pensé había pedido", ha recalcado.
BIEL ALIÑO
Una mujer que había conocido su caso por las redes le acogió al llegar al aeropuerto de Madrid y le trasladó a València. "Me presenté en la Fundación sin cita, era un riesgo que corría, pero todo salió bien", ha contado emocionado.
BIEL ALIÑO
Reginaldo se sometió a una primera intervención el 28 de diciembre y dos más en enero. "Les agradezco mucho todo lo que han hecho por mí, ahora más que nunca sé que ya no estoy solo y a todas las personas que tienen un problema igual al mío les digo que se animen, que sean valientes porque la valentía es muy importante en la vida del ser humano, sobre todo cuando eres pobre y de un país con pocos recursos de sanidad y alimentos", ha recalcado.
BIEL ALIÑO
Ahora su objetivo es concluir los estudios de pedagogía que el cáncer le obligó a interrumpir. "Me siento bien y muy animado, esta experiencia me ha llevado a pensar que cualquier problema que surja en la vida puede tener solución cuando tú mismo lo decides", ha señalado.