En otra jornada dantesca de frío y lluvia la emoción llegó hasta el final con el triunfo en solitario del estadounidense Joe Dombrowski (UAE Emirates), el nuevo liderato del italiano Alessandro De Marchi y una actuación protagonista de Mikel Landa, quien reventó el grupo de favoritos junto al colombiano Egan normal para sacar tiempo a rivales directos.

Dombrowski sacó oro de la numerosa escapada del día gracias a un ataque definitivo en la última subida que le permitió ganar en solitario en la cuarta etapa disputada entre Piacenza y Sestola, de 187 kilómetros. Se coronó en una grande con un tiempo de 4h.58.38. Superó en 13 segundos al nuevo líder De Marchi (Israel Start Up) y en 37 a su compatriota del Bardiani Filippo Fiorelli. Gloria para un americano y un corredor local, y final explosivo entre los candidatos propiciado por Mikel Landa (Bahrain), en su mejor versión atacando, seleccionado y poniendo en apuros a varios jerarcas.

Landa entró a 1.37 del ganador junto a Egan Bernal, el ruso Vlasov, el británico Hugh Carthy y el italiano Ciccone. Un golpe no demoledor, pero sintomático, ya que este grupo sacó 11 segundos a Evenepoel, Simon Yates y Dan Martin. Otra referencia española, Marc Soler, llegó a 2.11, lejos de sus rivales directos.

En la general De Marchi aventaja en 22 segundos a Dombrowski y en 42 al Louis Vervaeke (Alpecin). Vlasov asoma en la séptima plaza, Evenepoel octavo, Bernal undécimo y Landa decimoquinto a 1.49 del líder.

Fuga multitudinaria

La considerada primera cita de favoritos empezó con lluvia y ganas de aventura. Primero lo probaron dos corredores, y luego se unió una multitud hasta completar una expedición de 25. Una aventura que nació en la única zona llana de un trayecto que iba a concatenar subidas desde la mitad hasta meta. En la expedición los mejor clasificados eran el portugués del Movistar Nelson Oliveira y el italiano De Marchi, ambos a medio minuto. El pelotón no se inmutó y enseguida la diferencia superó los 6 minutos al paso por Parma (km 55). El Ineos y el Astana, que no tenían a nadie en la fuga, asumieron el mando de la persecución.

Hasta la entonces maglia rosa, Filippo Ganna, se tuvo que arremangar en la operación caza. Un líder convertido en gregario, y además de lujo. Empezaba un no parar de subir y bajar con el impulso del gigante de Verbania. La fuga cruzo la cima del Castello di Carpinetti (3a, 3 kms al 7,9%) con más de 5 minutos de adelanto.

Los favoritos ceden la etapa

Bajando el puerto la escapada se rompió quedando al frente el estonio Taaramäe y el danés Juul-Jensen, capaces de superar en cabeza el Montemolino (3a). Ganna ya se había despedido de la maglia rosa y los favoritos resignados a la lucha en el últimos puerto. Con 8 minutos de adelanto, los diversos grupos de la escapada inicial tenían asegurados dos alicientes: la etapa y el liderato. En el sector de los favoritos el Deceuninck de Evenepoel tomó el relevo del Ineos marcando el ritmo con otra máquina propulsora, Remi Cavagna.

Dos etapas en una, con lluvia, 2 escapados, 11 perseguidores y los 'gallos' citados en la subida final a Colle Passerino. Nadie se rendía, tampoco el Bahrain de Mikel Landa, asomando en la sala de máquinas del pelotón, reducido a 50 unidades. Ganna ya se había refugiado en la trastienda del gran grupo.

Dombrowski se luce en solitario

Decorado dantesco para el tramo decisivo, emocionante viaje hacia el Colle Passerino, un segunda exigente de 4,3 kms al 9,9% con rampas del 16 cuya cima divisaba la cima a tan solo 2.000 metros, pero también complicados de Sestola, en la provincia de Módena, territorio de Emilia Romaña.

Rein Taaramae, a 57 segundos en la general y Christophe Juul Jensen empezaron a trepar con los seguidores en el cogote. Los hombres de Landa a bloque desataron la tormenta entre la jerarquía, moviendo el árbol para ver si alguno caía de maduro, como por ejemplo el portugués Joao Almeida, descolgado. En las terribles rampas del puerto, a 4 de meta, reventaron Taaramae y Jensen, alcanzados por Joe Dombrowski y De Marchi, en pugna por la maglia rosa. El estadounidense se despidió del italiano quedando en solitario por la etapa, lanzado por la gloria, que le terminó sonriendo en Sestola.

Por detrás el incendió bajo el diluvio lo desató Landa, ambicioso y ofensivo. El alavés alcanzó a Ciccone y se llevó a rueda a Vlasov, Bernal y Carthy. Ese grupo se unió para llegar a meta y mostrar la debilidad de algunos ilustres. Diferencias cortas, pero significativas.

Este miércoles la cuarta etapa llevará al pelotón desde Modena a Cattolica a través de 177 kilómetros completamente llanos. Una clara cita para los esprinters.