El Elche ha colocado el cartel de transferibles a tres de sus cuatro primeros fichajes. Antes de finalizar la campaña 2009-2010, el consejero delegado del Elche, Juan Carlos Ramírez, anunció que el club tenía fichados a Arturo, Lillo, Fran Amado y Carpio. Un mes más tarde, salvo el último, que llega del Alcoyano, los otros tres ya no entran en los planes de la comisión deportiva franjiverde y se ha comunicado a su representante, Domingo Sevillano, que les busque equipo. En principio se quiso enmascarar la operación en una cesión, pero ahora lo que se pretende es que cambien de aires, ya que la idea es que ni siquiera realicen la pretemporada. Se considera que no dan el nivel para el equipo.

La situación resulta un tanto pintoresca pero todo viene a raíz del distanciamiento que se ha producido en los últimos meses entre el técnico José Bordalás y el que hasta hace unos días era el asesor de Juan Carlos Ramírez, Sevillano y donde el primero ha salido vencedor del pulso y ha encontrado el respaldo del consejero delegado.

El representante valenciano apostó por estos jugadores, incluso estuvo muy cerca de traer en el mercado de invierno a Fran Amado y Lillo, pero la actual comisión deportiva ha cambiado de criterio y el citado Sevillano ya no tiene ni voz, ni voto, dentro del club franjiverde y los tres futbolistas a los que representan deberán buscar acomodo en otro lugar diferente.

Prueba de este cambio de dirección es que el Elche ha fichado esta semana que ahora acaba a su tercer lateral derecho, el portugués Vasco Fernandes, después de que antes lo hicieran Carpio, que llega de la mano de Bordalás, y Lillo.